Cada vez se habla más de los avances en telemedicina, pero a eso hay que sumarle un componente nuevo: combinar entretenimiento. Motmi es una plataforma que desafía el mito de “ir al médico es aburrido” y ofrece rehabilitación virtual a través de sensores de movimiento para detectar el cuerpo del paciente a diferentes Centros de Salud, sin la necesidad de que haya contacto físico y desde la comodidad de su casa. ¿El objetivo? Motivar al paciente en la realización de actividades tanto neurológicas como traumatológicas, sin importar donde se encuentre.
El proceso de recuperación cuenta con diversas actividades en donde los profesionales de la Salud pueden seleccionar las más aptas de acuerdo a la patología del paciente, arman su plan de rehabilitación y trabajan en conjunto. Los tipos de actividades hacen referencia a la forma de trabajo: desde un gimnasio, donde el paciente se ve reflejado en la pantalla como si estuviera en allí, actividades lúdicas, donde el mismo movimiento que hace para la actividad de gimnasio la realiza pero en un ambiente lúdico y por último, los juegos, donde la actividad es igual que un videojuego, pero con un objetivo terapéutico determinado.
Todos los avances del paciente quedan registrados dentro de un historial clínico digital y ver las métricas de trabajo, las fotos y videos automáticamente tomadas de los trabajos. También incluye las respuestas de los formularios de auto-diagnóstico que llena el paciente.
Su fundador se llama Ricardo Ruival, es cordobés y junto a un gran equipo de ingenieros de software y algunos médicos, diseñaron este emprendimiento que hoy ayuda a cientos de personas.
En entrevista con Endeavor, esto es lo que contó:
Endeavor: ¿Cómo nació la empresa? ¿Qué hito -si es que lo hubo- desencadenó el primer paso?
Ricardo Ruival: Con mi socio (Guillermo Rodriguez) estábamos pensando en incursionar en el área de la Salud, hasta que nos topamos con la publicación de un artículo del Dr. Lisandro Olmos de la fundación FLENI, quien estaba trabajando en un nuevo protocolo de rehabilitación, a través del uso de consolas estándares de videojuegos. En ese momento, pensamos en desarrollar videojuegos pero con un determinado objetivo terapéutico.
Después de investigar en la materia, vimos que la rehabilitación tradicional tenía muchas falencias que con tecnología accesible y de bajo costo podíamos ayudar a revertir.
E: ¿Cuáles son estas falencias que mencionás?
RR: Los principales problemas de la rehabilitación tradicional son la falta de motivación del paciente debido al tiempo que demora la recuperación y llegar a los resultados esperados, los altos costos del tratamiento, especialmente cuando se hace solo, la subjetividad de las métricas, la falta de información a terceros y la telerehabilitación que muchas veces no tiene supervisión desde la casa del paciente – entre otros desafíos más.
E: ¿Qué te diferencia de otros competidores de la industria?
RR: Si los hay, no muchos a nivel global, pero sí existen, incluso hay empresas que han recibido mucha inversión (empresas de España, EE.UU., Canadá e Israel), pero nuestro diferencial está dado en nuestra génesis de desarrolladores de software (tanto mi socio y yo somos Ingenieros en Sistemas). Es por eso que nuestro producto no ataca a una determinada patología, sino que es transversal a cualquier dificultad que tenga una persona, ya sea física o mental. Además, nosotros nos integramos a muchos sensores de movimientos (comunes en el mercado y de bajo costo), mientras que la competencia solo trabaja con un par de ellos.
Nuestra flexibilidad nos permite adaptarnos muy rápidamente a los cambios del mercado. Por ejemplo, a raíz del surgimiento del COVID-19, en tan solo 3 meses incluimos un módulo de teleterapia dentro de la compañía, sin la necesidad de usar sensores de movimientos, solo con el uso de Internet.
E: ¿Cómo fue este proceso?
RR: Dentro de Motmi ya veníamos trabajando con el módulo de tele-rehabilitación, donde para realizar los trabajos en el hogar el paciente debe contar con los sensores de movimiento. Pero, a raíz de la pandemia, vimos que muchos clientes debían seguir en contacto con sus pacientes, pero o no habían podido instalar los sensores en los hogares de ellos o no era masivo al tener que equipar a los pacientes, es por ello que lanzamos el módulo de teleterapia que no necesita sensores y de esta forma los terapistas pueden mantener contacto con sus pacientes y continuar los trabajos.
E: ¿Qué patologías tienen los pacientes que utilizan la plataforma?
RR: Por Motmi han pasado cientos de pacientes con lesiones medulares (cervicales, dorsales y lumbares), Mielitis transversa, Traumatismo craneoencefálico (déficit motores y cognitivos), Parálisis cerebral, Hemiplejia / Hemiparesia, Enfermedad de Parkinson, Ataxia de Friedreich, ELA, Ataxia, Déficits cognitivos, Debilidad muscular y Alteraciones del rango de movimiento articular, Trastornos del equilibrio.
E: ¿Tenías experiencia en el sector?
RR: En el sector de desarrollo de aplicaciones, sí. Es lo que hicimos desde siempre, pero en el sector la Salud, ninguna.
E: ¿Qué valores tratás de transmitir con tu empresa?
RR: La empatía. El hecho de poder hacer algo que sirva a mejorar la calidad de vida de las personas. Quiero que todos los colaboradores de Motmi sientan que están ayudando a los demás.
E: ¿Qué desafíos iniciales se te presentaron? ¿Cómo los resolviste?
RR: Inicialmente, el primer desafío fue armar un buen equipo. Teniendo en cuenta que este tipo de desarrollos no es netamente técnico, sino que el componente terapéutico es clave, es por eso que la búsqueda de la “pata” terapéutica fue vital para poder hacer un producto que sirva y sea útil. De igual forma, otro desafío fue trabajar en conjunto con centros de rehabilitación en el testeo de las actividades con pacientes reales y dejar atrás los testers de aplicaciones.
E: ¿Qué desafíos tenés hoy?
RR: El acceso a capital que ayude a hacer crecer el producto y a salir al mundo.
E: ¿Cómo impactó la pandemia en tu emprendimiento?
RR: La pandemia nos pegó mucho porque a comienzos del 2020, estábamos lanzando el módulo de telerehabilitación, con el fin de que los pacientes puedan recibir terapia en sus hogares, a través del uso de sensores de movimiento, para lo cual dichos sensores y equipos se debían instalar en los hogares de los pacientes. Al comenzar el confinamiento, muchos centros de rehabilitación que aún no contaban con atención médica remota, directamente tuvieron que cerrar.
E: ¿Y qué hiciste?
RR: Como consecuencia de lo anterior – y sabiendo que la instalación de sensores en los hogares del paciente para el tratamiento remoto era un impedimento económico – decidimos lanzar un módulo de teleterapia que no necesitara del uso de sensores físicos en el lugar, sino que permitiera mantener el contacto entre el profesional de la salud y los pacientes a través de Internet. Gracias a esto, muchos de nuestros clientes pueden seguir trabajando.
E: ¿Qué particularidades tiene?
RR: Este tipo de herramientas sirve para que los profesionales de la Salud puedan realizar prácticas de telemedicina, a través de una herramienta que cumple con las normas de seguridad básicas establecidas por la superintendencia de servicios de la Salud. Además, deja registrado en forma automática todo el proceso de trabajo, a fin de poder ser auditable.
Lo anterior es clave para que los centros de rehabilitación puedan contar con evidencia de las sesiones realizadas a sus pacientes y puedan presentar esta información en entidades como obras sociales y prepagas.
E: ¿Cómo es un día habitual en tu vida?
RR: Me levanto temprano, muchas veces por la mañana medito – de hecho, hice coaching ontológico con inteligencia emocional y luego una certificación en mindfulness. Después, priorizo las actividades a realizar en el día
E: ¿Qué clase de líder sos?
RR: Me gustaría pensar que soy un líder “puente”, que puede conectar necesidades y es ejemplo para otros.
E: Elegí una palabra que te defina
RR: Resiliente.
E: ¿Llevás iniciativas con la comunidad? ¿Cómo le devolvés al ecosistema?
RR: Estoy involucrado en varias entidades, una de ellas (la cual actualmente presido) es CIIECCA (Cámara de Industrias Informáticas, Electrónicas y de Comunicaciones del Centro de Argentina), la cual incluye más de cien empresas. Sumado a esto, formo parte de ADEC (Agencia para el Desarrollo Económico de Córdoba) y del Consejo profesional de Ciencias informáticas de Córdoba. A veces, participo como mentor de proyectos acelerados, invitado por la Agencia Córdoba Innovar de la provincia.
E: ¿Cómo te ves de acá a 5 años?
RR: Con una empresa global y rodeado de colaboradores comprometidos con lo que hacemos.
E: ¿Qué te dirías a vos mismo hace 10 años atrás?
RR: Que no afloje, que los problemas se resuelven y que el trabajo bien hecho trae sus recompensas.
E: ¿Cuál fue el consejo más importante que te dieron y que aplicás al trabajo?
RR: Que el entorno no depende de nosotros y que no lo podemos cambiar, por ende lo importante es saber adaptarse al mismo.
E: ¿Qué le recomendarías a otros emprendedores que tienen una idea y no saben cómo empezar?
RR: Que tengan foco y que comiencen por algo, no importa que sea chico y simple, una vez que empezás, la inercia hace que vayas por más.