Vió algo que no le gustaba y quiso hacer algo al respecto. En 2017, a partir de una crisis laboral y el nacimiento de mi cuarto hijo – también después de haber trabajado 25 años en relación de dependencia. “Ese fue el punto de partida para que decidiera hacer algo por mí, para mí y para la comunidad. Vivo cerca de un centro comercial y después de cada jornada laboral, encontraba las calles llenas de residuos y la mayoría de estos eran plásticos que los recolectores no juntaban. Así fue como comencé a investigar qué se podía hacer con ellos y descubrí que existía la madera plástica y que en el país no se estaba utilizando”, comenta Daniel Hartman, fundador de 4e Madera Plástica.
Y como todo emprendedor, no se quedó quieto. Decidió viajar a Colombia y aprender más acerca de la sustentabilidad para ver cómo eran los procesos de producción, las maquinarias necesarias para avanzar y cómo empezar. “Cuando volví me encontré que no contaba con el capital necesario, busque bajo cielo y tierra, desde bancos, financieras, inversores ángeles hasta que conversando con un matrimonio conocido, les interesó y decidieron entrar como socios inversionistas. Es ahí que pudimos importar las maquinarias y comenzar ya hace un poco más de 2 años”, confiesa el emprendedor.
En entrevista con Endeavor, esto fue lo que contó:
Endeavor: Si tuvieras que contarle de qué se trata tu emprendimiento – por primera vez- a una persona que no lo conoce, ¿cómo se lo explicarías?
Daniel Hartman: Somos una empresa que crea artículos y objetos de madera plástica. Tenemos triple impacto, ya que damos cierre de ciclo a los plásticos de un solo uso evitando que estos lleguen a un relleno sanitario o peor aún, a un curso de agua (mar u océanos) o terminen incinerados. Nosotros a partir ellos, fabricamos esta madera plástica que reemplaza a la madera natural y así generamos un doble impacto en el ambiente ya que retiramos los plásticos y evitamos la tala de árboles.
Para llevar adelante nuestro trabajo, contamos con el apoyo de diferentes ONGs que se encargan de capacitar a los chicos en los colegios o sedes sociales y también captan estos plásticos. De acuerdo al volumen que hayan conseguido, tenemos un sistema de premios realizados en nuestro material, como pueden ser bancos, mesas, juegos y hasta viviendas.
Si bien vendemos las tablas de madera plástica que fabricamos, el escenario ideal apalancarnos en la venta del producto terminado, como puede ser mobiliarios urbanos, juegos infantiles, bancos, mesas, paneles, ecopuntos, composteras, huerteras y hasta viviendas.
E: ¿Podrías explicar brevemente tu modelo de negocio?
DH: Producimos bienes a partir de residuos. A esto le sumamos el servicio de retiro de scrap a la industria desde el cual clasificamos y procesamos, la materia prima que se puede reinsertar en el mercado lo hacemos para que el material vuelva a circular y lo que no se puede, lo transformamos en Madera Plástica. Entonces tenemos dos tipos de ingresos: uno a partir de la venta de productos y la otra a partir de la venta de servicios.
E: ¿Cómo afectó la pandemia a tu trabajo?
DH: A partir de la pandemia en la primera semana tuvimos que cerrar como lo hizo todo el país. Esa semana marcó un quiebre ya que se me ocurrio que podia hacer camas con nuestro material y así poder ayudar a transitar este proceso, tal es así que lo hable con un consultora, (La Ciudad Posible) y les plantee el proyecto, a partir de eso lo ofrecimos a empresas y la primera que se quiso sumar fue Cerveceria y Malteria Quilmes. Con ese escenario, se le planteó a la actual intendente de Quilmes el hecho de poder reabrir la fábrica para poder producir estos y bienes. El proyecto fue recibido de la mejor manera y a partir de allí, nos autorizaron a reabrir y en una semana ya teníamos vendidas las primeras 500 camas. Algunas las hemos donado y seguimos produciendo. Además, hoy estamos fabricando máscaras de PET, biombos separadores y ecopuntos.
E: ¿En qué países estás presente?
DH: Por el momento estamos solamente en Argentina pero estamos recibiendo muchas ofertas de personas interesadas en replicar el proyecto falta definir bajo qué modelo, pero estamos abiertos a todo tipo, para poder expandir a España, México, Paraguay, Uruguay, Chile, Perú y Bolivia.
E: Hay otros competidores en la industria que hacen lo mismo que vos? De ser así, ¿qué te diferencia de ellos?
DH: Hay algunos emprendedores pequeños pero no a la escala industrial que planteamos nosotros. La diferencia con ellos es que nuestro proyecto plantea la pata ambiental y social del proyecto.No es lo mismo solo vender un producto que contar toda la historia de cómo se gestó. Después tenemos competidores el agun tipo particular de producto pero somos más económicos que la competencia y con mayor calidad y durabilidad.
E: ¿Qué valores tratás de transmitir con tu compañía?
DH: El cuidado del ambiente principalmente. Tenemos que cuidar nuestra casa que es este planeta que consumimos linealmente siendo que todos tendríamos que estar abocados a una economía circular. Cuando tomamos a alguien en producción y quizás con un poco de vergüenza nos dice que no sabe o que no tiene oficio, nuestra respuesta es que lo más importante para nosotros es las ganas que tenga de trabajar y crecer y lo único que pedimos es el compromiso. Lo demás se aprende.
E: ¿Qué desafíos tenés actualmente?
DH: Hoy el desafío es terminar de armar diferentes unidades de negocio para diversificar los ingresos y no depender de un solo producto y/o servicio. Además, terminar con algunas certificaciones para respaldar todavía más lo que hacemos y así poder salir al mercado internacional.
E: Más a nivel personal, ¿Cómo te organizas para trabajar? ¿Cómo es un día habitual en tu vida?
Todos los días me levanto a las 6 am, desayuno y voy hacia la fábrica que queda a unos 20 minutos de mi domicilio – esto es habitual en estos últimos tiempos de pandemia porque sino, salgo con todos los chicos para llevarlos al colegio y de ahí emprender la rutina. Ya en la fábrica hago un recorrido por la misma y de ahí a cumplir con las reuniones ya estipuladas. Llevo una lista de tareas que son las urgentes y que si o si se deben resolver en el dia, luego hablo con clientes, respondo mails, whatsapps, hago tareas administrativas, etc. Todo emprendedor es versátil y sabe que es imposible hacer sólo una cosa (risas).
Cuando termina la jornada me gusta dar una recorrida final a la fábrica para ver cómo quedó todo. Y de ahí, parto hacia mi casa para continuar con la vida familiar. Me gustaría retomar Crossfit. Me gusta escuchar musica de los 80s.
E: ¿Cómo formaste tu equipo de trabajo?
DH: No he buscado personal para las áreas productivas con conocimientos específicos sino que prefiero buscar personas con ganas de trabajar, compromiso y responsabilidad. Preservo mucho el buen ambiente laboral y tengo un vínculo cercano con todos los empleados de la empresa.
El área administrativa en este momento se está conformando pero sin perder los valores que te comentaba antes. Estoy a la búsqueda de personal idóneo y capacitado para áreas específicas. En la actualidad somos 11 empleados pero me gustaria que seamos más de 30, igualmente no podría poner un límite porque sería mi deseo estar en continua expansión. La edad de los empleados no es un condicionante para ingresar a trabajar. Hemos tomado gente de 18 a 55 años hasta el momento.
E: ¿Pensás que emprender fue un antes y un después en tu vida? ¿Por qué?
DH: Siempre me consideré emprendedor, pero quizás en esta ocasión y con la conjunción de la crisis laboral y el nacimiento de mi hijo, más allá de la carga emocional, ambiental y social del proyecto, creo que sí hubo un antes y un después. Esto algo que todos los días se presentan desafíos diferentes y que al sentirlo tan propio no se vuelve monótono como sí a veces pasa en una relación empleado-jefe.
E: ¿Cómo te ves de acá a 5 años? ¿Cuál es tu sueño?
DH: Ojalá en 5 años pueda ser un referente ambiental en el país y colabore activamente en la disminución de la generación de residuos. Creo que es fundamental encontrar las oportunidades incluso en algo que cause problemas – como la contaminación – y poder fomentar una economía circular, generar más puestos de trabajo y motivar a que otras empresas utilicen materiales reciclados. Un sueño sería poder expandir este modelo de negocio a nivel internacional para así colaborar también con la preservación de los recursos naturales a escala global.
E: ¿Cuál fue el consejo más importante que te dieron y que aplicás al trabajo?
DH: “Construir siempre sobre bases sólidas” (mi mujer) o sino también “Disfrutar el camino” (mi entrenador). Soy de ponerme las expectativas muy altas y eso hace que uno se frustre y no pueda disfrutar lo poco o mucho logrado en el camino. Algo que también me han dicho y para mi es una premisa es: “ Siempre salir de la zona de confort”, porque es lo que te permite avanzar.
E: ¿Qué consejo le darías a futuros emprendedores que no se animan a empezar?
DH: Quizás en este punto puedo llegar a ser un poco controversial. Mi mayor consejo es: cuando tienes un sueño, hay que perseguirlo y nunca abandonarlo. Nada viene solo, hay que cuidarlo, dedicarle tiempo, darle forma y animarse a tirarse en una pileta donde no sabés, a ciencia cierta, si hay agua.
Les diría que sueñen, esfuércense por alcanzar sus metas, jamás se rindan. Si saben que al final hay una ínfima posibilidad, sigan intentándolo, no hay nada mejor que la perseverancia. Y quizás otra cosa que aprendí a mis 42 años, es que nada es imposible y que detrás de cualquier empresa por más grande que sea, hay una persona como nosotros que también come, duerme y tiene incertidumbres, por más que sea la persona más exitosa.
E: ¿Y a los que ya tienen un negocio en marcha?
DH: Para ellos mi consejo es innovar y no quedarse con el camino seguro porque ese es el que nos pone dentro de nuestra zona de confort y no nos permite crecer. Voy a caer en una frase hecha pero valida: “El que no arriesga, no gana” – aunque también podemos perder- pero a menos que no lo intentemos, siempre nos vamos a quedar con la idea del “qué hubiese pasado” y es algo que no nos podemos permitir con una sola vida.
Mariano
Lastima que el dueño Daniel Hartman haya decidido estafar gente. Cerró la fabrica y desapareció