- Pensar que mi idea es única. Puede ocurrir que alguien más la haya pensado. Si es así, hay que enfocarse en mejorarla o darle un giro.
- Cuidar el plan de negocios. Si está mal redactado o los números no coinciden, puede complicar la puesta en marcha de un emprendimiento.
- Cuidado con saltear etapas. En general, se tardan muchos meses en generar ingresos así que mejor no correr. Apurándose se cometen errores.
- Incluir personal. Procurar tener solvencia para un equipo de trabajo es clave ya que lo más probable es que la empresa se expanda.
- No esperar el éxito inmediato. Mejor armarse de paciencia y tener claro que el crecimiento suele ser reflejo del trabajo duro durante años.
- Evitar el mercado pequeño. Es mejor un pedazo chico de un mercado grande que un pedazo grande de un mercado muy chico.
- Arrancar con suficiente capital. Para mantener el emprendimiento a flote y contemplar el pago de salarios, servicios, etc.
- Armar un modelo de financiación. Tener en cuenta que los pagos del primer año no deben basarse en los ingresos que genere el negocio.
- Buscar asistencia de profesionales. Creer tener todas las respuestas es un error. Siempre hay alguien capacitado que sabe más.
- Pensar que el producto se vende solo. Siempre se va a necesitar de una estrategia y un esfuerzo de ventas, por más que el producto sea bueno.