Por Redacción Partner Comunicación
Hoy en día se multiplican las oportunidades por las cuales una marca personal puede quedar expuesta. Competencias y capacidades profesionales, cualidades personales y otros aspectos, se revelan y quedan al descubierto dejando la puerta abierta para que se puedan generar juicios de valor al respecto.
Con sentido común y un trabajo de planificación, pueden disminuirse los márgenes de error y transformar aspectos críticos en robustos diferenciales.
Marca personal
Nos guste o no quienes trabajamos en empresas y emprendimientos y en los distintos ámbitos laborales, pasamos de exhibir una identidad a una marca personal. Por supuesto, es coherente y esperable que sostengamos nuestros valores propios; sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que al formar parte de un negocio, todo lo que hagamos y digamos –por el canal que fuera- puede ser visto por colegas, clientes, reclutadores de personal y el entorno en general y tiene impacto en nuestras vidas y en la de la compañía a la que pertenecemos.
Conscientes de ello, vale la pena repasar aspectos básicos que hacen a la gestión positiva de nuestra marca personal:
Fotos en perfiles: como se dice comúnmente la primera impresión es la que cuenta. La imagen que se muestra en las distintas redes sociales, CVs, acompañando notas de prensa, etc habla de nosotros. Entonces, ¿Qué imagen queremos dar? ¿Qué valores buscamos expresar? ¿Cuál es el aspecto que deseamos destacar de nuestra profesión? Respondiendo esas preguntas básicas podemos evaluar cuál es la foto que resulta más adecuada ¿Una selfie de vacaciones o una imagen de nuestro quehacer laboral?.
Contenidos coherentes: compartir opiniones, intereses y pasatiempos así como el correcto uso de la ortografía y la gramática conforman nuestro perfil tal como un producto que se exhibe en un punto de venta. ¿Cómo nos queremos promocionar?.
Biografías: en general todos los canales de comunicación, nos ofrecen la posibilidad de incluir un breve perfil o biografía. ¿Qué decimos allí de nosotros mismos y en relación a nuestro puesto de trabajo?. Siempre existe un espacio para pormenorizar nuestras capacidades profesionales así como información más personal. Recordemos que esta información se vuelve pública. Aprovechemos para subrayar nuestras fortalezas, solicitar recomendaciones, dar valor a nuestra red de contacto y por sobre todo, ser sinceros con lo que realmente somos y sabemos hacer.
Monitorear y responder: estar presentes y expuestos, implica aceptar comentarios y críticas, así como aportes y nuevas oportunidades de contacto y la responsabilidad de dar respuesta y dialogar. Generar buenas impresiones y transformarlas en vínculos saludables y positivos depende en gran parte del manejo que hagamos de este flujo de información y de cuan consistentes seamos.
En líneas generales, empezar a gestionar nuestra marca personal con el pie derecho, supone pensar antes de actuar y postear y representar los valores con los que queremos que nos perciban.