Los emprendedores argentinos parecen haber desarrollado una gran capacidad de resiliencia ante las dificultades planteadas por el contexto aunque son, de toda América latina, los que menos oportunidades de negocios perciben. Esas fueron algunas de las principales conclusiones de un seminario organizado por el Banco Ciudad para debatir sobre el rol de los emprendedores y la innovación como motor del desarrollo económico, social y ciudadano en la región.
Del encuentro participaron Gabriel Casuburi, senior sector specialist del BID, Raúl Rivera, Chairman de Innovation Forum de Chile, Gustavo Grobocopatel, titular de Los Grobo, además del presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio y Silvia Torres Carbonell, directora del centro de Entrepreneurship del IAE.
La Argentina, dijo Frigerio, tiene “emprendedores a prueba de balas, porque sortearon todos los obstáculos que les ha puesto el Estado. El marco institucional tiene que ayudar a desarrollar un sector privado competitivo, dinámico, independiente de las grandes corporaciones extranjeras, que cree trabajo sustentable, bien remunerado, y muestre el camino de lo que tiene que ser el trabajo”. Y recordó que “la cultura emprendedora en la Argentina no es algo nuevo, porque nos forjamos en la cultura emprendedora del inmigrante”. Frigerio consideró además que una de las carencias fundamentales del sistema emprendedor argentino es el desaprovechamiento de las capacidades tecnológicas, además de un déficit del enfoque educativo “que debe ser funcional al desarrollo del emprendedorismo”.
Por su lado, Silvia Torres Carbonell, del IAE, advirtió hoy que “la población Argentina es la que percibe menores oportunidades para emprender en Latinoamérica”.
La especialista sostuvo que “uno de los tres factores clave que requiere el fenómeno emprendedor para prosperar, además de que haya oportunidades reales y un entorno institucional, político y económico que lo promueva”.
Durante el evento se analizó también cómo construir un ecosistema que promueva actividad emprendedora y la innovación. Al respecto, el funcionario del BID consideró que “en la región faltan políticas públicas que permitan hacer crecer a las nuevas empresas”. “En realidad. no tiene que hacer mucho –dijo Casaburi-. Se debe tener claro hacia dónde se quiere que la sociedad vaya. Hace falta un dinamismo para generar capitales de riesgo que sean apoyadas por políticas públicas sosteniéndose en el sector privado, con una asociatividad de apoyo de medios públicos unidos a inversores privados”.
Casaburi destacó que desde el BID existen políticas de apoyo al sector privado con préstamos en condiciones muy especiales con tasas bajas y además con un área dedicada a las iniciativas emprendedoras que es el F OMIN.
Para Rivera, en tanto, existen grandes oportunidades para llevar concretar la mirada revolucionaria que hay hoy sobre el emprendedorismo. “En este siglo existe una nueva revolución en el continente y es la del emprendedorismo, donde quiere participar mucha gente, y es más potente, inclusiva y entretenida a las que vivimos en décadas anteriores”, afirmó el chairman del Innovation Forum de Chile.