Equipo. Equipo y más equipo. En eso coinciden los grandes emprendedores a la hora de explicar cuál es el secreto para hacer crecer una compañía. Sin dudas, hay muchos otros factores que intervienen, como tener una estrategia bien definida, contar con capital para poder crecer y una visión y misión claras que orienten todos los recursos hacia ellas. Pero, el equipo es ese ingrediente mágico que permite que todo lo demás pueda funcionar.
Y así, Sol tiene el doble rol de haber construido el “Área de Talentos” desde su concepción y de haberla escalado en todo Latinoamérica. Ella es la Head Regional de Recursos Humanos de Agrofy, el Marketplace del agro líder en la región y miembro de la red Endeavor. Se trata de una compañía que no sólo lidera la transformación de un sector sino que, día a día, demuestra que también se puede innovar desde espacios tradicionales, como el agro.
En entrevista con Endeavor, esto es lo que nos compartió:
Endeavor: ¿Cómo llegaste a Agrofy?
Sol Fajardo: Llegué a la empresa a través de una head hunter que era mi compañera de estudios mientras yo estaba haciendo un Posgrado en la Universidad de San Andrés. Ellos estaban haciendo una búsqueda con base en Rosario. Ella me contó acerca de la búsqueda y me interesó participar.
También, me encontraba en un momento donde tenía ganas de hacer un cambio laboral. Antes trabajaba para DirecTV y la propuesta me pareció super atractiva. Me pareció la gran oportunidad para emprender dentro de una empresa.
Yo me sumé a Agrofy en el 2015 (cuando la compañía recién comenzaba) y fue una oportunidad para protagonizar la formación de una compañía y colaborar en el armado de la organización desde el diseño del Área de Talentos – así la llamé al área de recursos humanos– desde el inicio.
E: Además del Posgrado que mencionabas, ¿qué otra formación tenés?
SF: Yo estudié Administración de Empresas, mientras estudiaba, me fui formando en Recursos Humanos porque yo sabía lo que quería hacer, pero pensaba que tenía que tener una visión integral para poder después especializarme. Me especialicé en Gestión Estratégica de Recursos Humanos. Después, hice una diplomatura en Gestión de Negocios en Di Tella y también me recibí de profesora universitaria y hace muy poco hice un Fellow de Liderazgo en Georgetown (Estados Unidos).
E: ¿Qué es lo que te motiva a seguir en la empresa después de este tiempo?
SF: Primero, me enamoré del sector agro y tecnológico. Todo lo que tiene que ver con el mercado digital a mí me gusta y sube la vara en la propuesta de valor que tenemos que ofrecer como compañía. Se trata de un mercado donde la oferta es mucho menor que la demanda de talentos entonces eso es un desafío constante. Quiero seguir trabajando en este mercado porque pienso que es un espacio donde las personas son la prioridad (el mercado mismo lo exige) y te obliga a estar un paso adelante y pensar en las mejores prácticas.
E: ¿De qué forma creés que Agrofy te agregó valor o te transformó como profesional?
SF: Aprendí a hacer desde cero. Y desde cero realmente. Me dio la oportunidad de poder diseñar procesos en distintos países. A mí me parece único el desafío de poder plantear un desembarco a otro país, planearlo y desarrollar la estrategia de gestión de talentos allí. Eso me lleva a pensar de qué forma vamos a atraer a los talentos, cuáles son los perfiles que necesitamos lo cual implica investigar el mercado, entender cómo está el mercado empleador, cuáles son los beneficios valorados, las compensaciones y de qué manera fidelizar a las personas. Básicamente acompañar al negocio con el equipo que se necesita.
A mí Agrofy me dio la posibilidad de acompañar su internacionalización, de poder generar estructuras y equipos a nivel regional y poder crear desde cero. Además, es clave que en Agrofy siempre estuvo presente desde la dirección (CEO, presidente, directorio y accionistas) la prioridad estratégica respecto a construir una gran empresa para trabajar donde el mejor talento del mercado encuentre desafíos que sean fuente de disfrute en el día a día y espacio para impactar con todo su potencial.
E: ¿Y el lado B? ¿Cuál fue tu mayor desafío hasta ahora?
SF: Diría que el desafío más grande de este tipo de trabajos, especialmente cuando querés llevar una compañía al exterior, es no sólo encontrar talento sino también apoyarse en toda la estructura para desarrollar una experiencia memorable para las personas durante su estadía en la compañía. En principio, realmente, es vender un sueño: una experiencia que se está desarrollando.
Si bien es muy lindo construir desde cero, el lado B es poder posicionarse en un mercado extremadamente competitivo.
E: ¿Alguna anécdota que tengas para contar?
SF: No sé si es una anécdota, pero creo que la mayor experiencia fue el desembarco en Brasil. Yo nunca había trabajado en armar un equipo en ese país y para mí fue una gran experiencia ver cómo todo lo que planteaba como práctica había que tropicalizarlo, cambiarlo, repensarlo. El dato de color fue pensar que, a veces, se pueden escalar prácticas, pero el peso que tiene la idiosincrasia de cada lugar es enorme. En ese sentido, Brasil para Latinoamérica es un gran desafío y demanda trabajar de una manera completamente diferente.