En las comunidades colaborativas y con ayuda de las nuevas tecnologías, uno comparte, otro aprende, y todo eso se convierte en algo rentable, ¿se ha encontrado la fórmula mágica? Neal Gorenflo, cofundador de Shareable y Shearing City Network, cuenta de qué se trata este tipo de economía.
En mayo se llevó a cabo en Buenos Aires el evento Comunes, un encuentro internacional de economías colaborativas y cultura libre, que logró reunir a diversos referentes del mundo que trabajan en esta interesante tendencia. Entre los presentes se encontraron Neal Gorenflo (EEUU), cofundador de Shareable y Shearing City Network; Dana Giesecke (Alemania), directora de Futurzwe; y Lala Deheinzelin (Brasil), formadora de fluxonomías 4D.
Los oradores conversaron sobre cómo el simple hecho de compartir información, técnicas o saberes varios puede hacer crecer notablemente a un país. Esto, además, se da en el contexto de repensar la economía convencional y cómo el crecimiento acelerado que plantea no es necesariamente eficiente si se tiene en cuenta, por ejemplo, el impacto ambiental que produce.
Esta tendencia plantea fundamentalmente la existencia de nuevos modelos de intercambio que aprovechan y utilizan herramientas que ya se encuentra disponibles. “Buenos Aires es una ciudad colaborativa en algunos aspectos. Sin embargo, creo que es capaz de pasar a un siguiente nivel. Siendo tan grande y contando con tanta cantidad de autos, se podría implementar un centro de uso compartido de movilidad, donde las comunidades puedan compartir sus autos y bicicletas como un servicio complementario al medio de transporte
público”, plantea Garenflo.
Este modelo se aplica mucho más allá de lo tangible, poniendo en práctica la colaboración en el universo de los contenidos de toda clase. “Una de las cosas que más se comparten en internet son modos de hacer las cosas aplicadas a la vida cotidiana. Es lo más popular en Shareable”, explica el experto. En Argentina, casos como Zolvers, Cookapp e IguanaFix aplican como parte de este plan. Se trata de proyectos que, a través de una buena estrategia colaborativa, lograron establecer un lazo de confianza con la comunidad y, además, ser rentables.
Aplicaciones móviles, plataformas web y redes sociales se complementan en este camino. Bajo el modelo peer-to-peer (P2Pcomunicación horizontal) se facilita el intercambio, el vínculo se fortalece diréctamente entre diversos usuarios y la reproducción por doquier de esos contenidos, emerge como una las acciones claves de la economía basada en el compartir.