Por Juliana Belmudes para Workana Blog
Si hacés algo que te encantaba en su momento pero perdió su magia, o si te encontrás todos los días desarrollando pequeñas tareas que no te gustan y te la pasás pensando en que no querés estar más ahí, la probabilidad de que no puedas sostenerlo a largo plazo es grande. ¿Existe cura?
Así es, la automotivación es clave para reenamorarte de tu trabajo. Como bien decía Confúcio, filósofo chino: «Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida”.
Es imposible sostener que ningún trabajo tiene alguna tarea monótona, que no nos gusta, que es desafiante o que no estamos de acuerdo. Pero existe un modo para que no prevalezca el sentimiento de insatisfacción, y, todo lo contrario, sea un factor diferencial en la productividad, eficiencia y crecimiento laboral: la automotivación.
Pero, ¿qué es la automotivación?
¿De qué se trata ese superponer de cambiar la forma en la que hacemos las cosas y que puede ser un antes y después en tu forma de trabajar y/o vivir?
Entender profundamente cómo la automotivación funciona, no es nada simple. Existe una amplísima bibliografía al respecto que puede ayudar en este proceso, incluso a mejorar algunos aspectos por más que te consideres una persona altamente motivada.
La motivación depende tanto de aspectos externos (condiciones laborales, equipo, estilo de dirección), pero fundamentalmente de aspectos internos: la capacidad intrínseca de la persona de automotivarse. Hoy el foco está puesto en este superpoder un poco olvidado.
¿Cómo hacer de la automotivación una práctica diaria?
A continuación, armamos en modo de checklist práctica una recapitulación de comportamientos que sirven para aumentar tu motivación. Algunas de estas conductas servirán más a unas personas que a otras, y cada quien puede tener su propio listado. Lo importante para cada trabajador es que se puede desnaturalizar el proceso, hacerlo consciente y sacar el mejor provecho a esta valiosa herramienta que es la automotivación.
- Hay cosas que se pueden cambiar, pero ¡no todo! Aceptar la realidad y a los demás tal como son te puede liberar de una responsabilidad tan grande como agotadora.
- Trabajar desde nuestros puntos fuertes y no dejar que manejen las riendas nuestras debilidades. Conocernos y aceptarnos, puede ser un ejercicio de automotivación.
- Como los estudios de PNL indican, quejarnos por todo puede incrementar el malestar general y nublarnos el juicio
- En cambio tomar una actitud positiva de agradecimiento y valoración por lo que tenemos, puede fortalecernos
- Definir un rumbo, metas propias por las cuales valga la pena cada una de las tareas que desarrollamos, por más que individualmente algunas de ellas no nos gusten
- Lo que hacemos importa. Dotar de sentido y profesionalismo a nuestro trabajo, a nuestro entorno puede colaborar fuertemente en la automotivación.
- Buscar la proactividad es un ejercicio de creatividad y autonomía que colaboran con sentirte útil y valioso. En cambio si solo te mantienes reactivo, verás que pronto la corriente te comienza a arrastrar.
- Confiar en lo que hacemos, ponerle pasión, y cuando ésta no está, apoyarnos en la responsabilidad y la satisfacción de un trabajo bien hecho.
- No te darnos por vencido. La perseverancia nos dará un sentido de avance, mejora y crecimiento que afecta positivamente el estado mental.
Pensando justamente en ampliar estos puntos, estos son algunos consejos de automotivación en el trabajo para que vuelvas a enamorarte de tu trabajo. Todo por ganar, nada por perder.
1. Conocerse a uno mismo: ¿Qué te motiva?
Es importante pero no siempre suficiente tener un trabajo, es importante qué de ese trabajo motiva, cuál es el recorrido profesional que proyectás, por qué estás ahí, qué es lo que más te gusta y lo que menos disfrutas, cómo el trabajo se relaciona con tu misión personal… Si te tomas un tiempo para responder estas preguntas, probablemente será más fácil elegir la motivación.
Un consejo aquí es mapear las energías y compromiso con el trabajo. Esto consiste en un ejercicio de reflexión que te permite reconocer esas tareas que más disfrutás realmente y que tienen un impacto positivo en tu motivación.
2. No dejes que el título de tu cargo limite tu motivación
A lo largo de las carreras corporativas hay muchas personas sintiéndose miserables por la poca proyección de sus roles y, por otro lado, otras proponiendo nuevos proyectos o formas de hacer las cosas… desafiando los límites y construyendo su propio rol dentro de una compañía. Los títulos importantes o los mejores salarios no siempre son importantes para la automotivación. Creer y confíar que eso que querés hacer hoy se puede hacer y será percibido positivamente por el equipo, los clientes o la compañía. Buscar la proactividad, preguntarle al jefe, compañeros o clientes cómo podés mejorar.
3. Trabajar de manera remota
Trabajar en la misma empresa o la misma actividad todo el día, todos los días, en las mismas horas y en el mismo lugar, puede ser realmente un sedante mental. Pero hay buenas noticias: todos los estudios más recientes sobre el mundo del trabajo apuntan a la agilidad de los equipos, a generar espacios, puestos o días de trabajo remoto que impactan positivamente en la productividad.
Esa cuota de flexibilidad hace maravillas en la motivación en una monótona rutina laboral. Planear, pensar o programar jornadas para uno o para el equipo donde se puedan realizar tareas de manera remota es recomendable. Se trata de un quiebre que da mucho dinamismo y que colabora directamente con la predisposición mental de los trabajadores con el trabajo.
4. Celebrar las conquistas
¿Por qué no llevar un diario de celebración que registre todos los triunfos? ¿O simplemente una lista de lo que hay para hacer y lo que ya se logró en el día? (por más pequeño que sea). Esto es un ejercicio de planificación que luego se traduce en una lista de gratificación. Aprender a crear esos sistemas donde se visualiza lo abstracto que se consiguió en tu trabajo. Pueden ser tareas pequeñas, como responder e-mails, hacer seguimiento a algún tema, o grandes como hacer una presentación importante. El efecto final es el mismo.
Hacer este tipo de listas genera un sentimiento de misión cumplida y enaltece la satisfacción por haber realizado eso propuesto.
5. Rodearse de personas automotivadas
Sentimientos negativos, contaminan; ¡los buenos, también! Estar rodeado de personas llenas de energía, entusiastas, proactivos, hace la diferencia tanto si uno forma parte de una compañía o trabaja como freelance o independiente.
En resumen
El mundo del trabajo cambió. Emprendedores, trabajadores remotos, nómades digitales, profesionales freelancers, son sólo manifestaciones de lo que está ocurriendo realmente.
Las mejores compañías lo saben, son conscientes de la importancia de la automotivación e intentan colaborar y fomentar prácticas que la pongan en juego como: la autonomía, la escucha, la participación, la equidad en las recompensas o el desarrollo de carreras.
Las personas motivadas rinden más, por eso las organizaciones que lo hacen están un pasito adelantadas que aquellas que aún no lo ven. Empresas más humanas movilizan positivamente a sus equipos y estos responderán con lo mejor de sus superpoderes: la importancia de no necesitar un estímulo externo para dar lo mejor de sí mismo, la capacidad de automotivarse.