La campaña #HerImpact de Endeavor es parte de nuestro compromiso contínuo de aumentar la diversidad de género dentro de la la red global.
#HerImpact se dedica a elevar las voces, compartir las perspectivas y mostrar la experiencia profesional de las mujeres que impactan con su trabajo en sus comunidades.
Esta es la historia de Andrea Ávila, CEO de Randstad en Argentina y Uruguay.
Si tuvieras que definir tu negocio, por primera vez, a alguien que no lo conoce, ¿qué le dirías?
En Randstad trabajamos día a día para ayudar a las personas a encontrar trabajo, somos un puente para los jóvenes en su primer empleo, para los que están buscando nuevas experiencias, para los que quieren reinsertarse laboralmente. Hablamos de puente, porque al ayudar a los candidatos a encontrar trabajo, estamos ayudando también a las empresas a conseguir el talento que necesitan para crecer.
¿Cómo nació la idea?
La idea nació hace unas cuantas décadas cuando mi bisabuelo administraba depósitos del ferrocarril y brindaba el personal para que realice los movimientos de logística de los mismos. Este mircroempredimiento familiar fue creciendo generación tras generación, avanzando en diferentes estadíos de asociación, hasta unirnos a Randstad, empresa de origen holandés líder a nivel mundial en el mercado de los recursos humanos.
¿Cuál fue el mejor y peor momento de tu camino laboral?
Uno de los momentos más difíciles que me tocó atravesar fue durante la reestructuración de la compañía en 2014, cuando tuvimos que barajar y dar de nuevo en muchos de nuestros procesos, redefinir los servicios, generar nuevas ideas. Fue un momento crítico de reflexión, pero a la vez de mucha acción y toma de decisiones difíciles. Sobre todo, tuvo el desafío de persistir y seguir buscando, aún cuando los resultados no llegaban como estaban planeados. Mantenerse con energías y foco cuando las cosas salen bien es fácil. Hacerlo y perseverar cuando no se dan, requiere de un temple adicional.
En relación a mi mejor momento, soy más de estilo maratón que de los 100 metros. Me identifico más con las pequeñas satisfacciones y logros del día a día que con grandes hitos. Valoro las pequeñas satisfacciones que he ido encontrando en las distintas etapas laborales de mi vida y diria que estan todas relacionadas con el poder generar impacto positivo en otras personas..
¿Qué es lo primero que pensas cuando te levantás?
Esto varía bastante, normalmente al levantarme mi foco está en tomar un buen desayuno y compartir el inicio del día en familia. Luego vendrá el repaso mental de la agenda del día… También, el despertar puede ser un gran momento de generación de ideas o soluciones a problemas, asi que suelo anotar lo que el amanecer me regaló.
¿En qué te inspirás?
Mis abuelos han sido una gran fuente de inspiración para mi, todos luchadores. En las mujeres de mi familia. En mi padre, con quien compartí una parte importante de mi formación profesional y que fue quién me enseñó mucho de lo que se del negocio que hoy lidero. En mis hijos que abren mi cabeza con sus nuevas formas de vivir y ver el mundo.
¿Te considerás workaholic?
En este momento de mi vida la respuesta es un NO rotundo. Lo he sido…
Dedico mucho a mi trabajo pero no me siento una workaholic. Aprendí a cerrar el espacio de trabajo para poder abrir espacios de ocio y recreación, y hacerlo sin culpas, pero no lo logré de un día para el otro, sino como parte de un proceso. Los de mi generación nos educamos con una cultura en la que el workaholic era visto como una virtud.
¿Cómo administras tu tiempo dentro y fuera de la oficina?
La planificación es para mi esencial. Y llevar una agenda organizada, que incluye espacios previstos para lo imprevisto me ayuda muchísimo. También ser flexible y saber como ajustar lo planificado ayuda a tener una buena administración del tiempo que, claro está, hay que decirlo, nunca es suficiente.
¿Cómo hacés para encontrar el equilibrio entre ser madre y líder?
Tengo dos hijos, Juan, de 20 años y Victoria de 17. Ser mamá ha sido, es y será un desafío para quienes elegimos compaginar ese rol con una carrera profesional. Ellos son prioridad para mi. Como regla, ellos saben que me pueden llamar y los voy a atender aunque esté en reuniones, Cuando eran niños, correr para estar presente fue moneda corriente,
“Equilibrio entre ser madre y líder” (me pregunto si a los varones le harán la misma pregunta: “Cómo equilibras entre ser padre y líder”). Seguramente no. Tenemos mucho que avanzar como sociedad en este sentido.
¿Cuál es el impacto que estás generando con Randstad?
El impacto de Randstad está en ser parte de la construcción del mundo del trabajo. Nosotros nos levantamos todos los días con el propósito de que otras personas consigan trabajo y esto para mi le da un significado especial a lo que hacemos. Todos sabemos lo importante que es el trabajo en la vida de las personas, como nos permite la posibilidad de progresar, de proyectarnos, de soñar.
¿Cuál es tu sueño? ¿Cómo te gustaría estar en los próximos 5 años?
Mi sueño es ver a mis hijos crecer felices realizando sus propios caminos. Laboralmente, mi sueño es que Randstad Argentina y Uruguay se consoliden como líderes indiscutidos en el mercado. Dentro de 5 años, me gustaria tener la posibilidad de seguir haciendo lo que hoy hago, liderar equipos, aportar al desarrollo de la mujer en el mundo del trabajo, seguir involucrándome en la tarea de alinear al mundo de los negocios con la agenda del desarrollo sostenible.
¿Cuál fue la lección más importante que aprendiste y aplicás al trabajo?
Hay una gran máxima que aplico y me la enseñó mi bisabuela. Ella siempre me decía: cuando lo que hagas esté tan bien hecho que todos se asombren, nadie te va a preguntar cuánto tardaste en hacerlo, sino cómo lo hiciste.
La palabra que mejor te define:
Perseverancia.
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