Satellogic es una compañía dedicada a la analítica geoespacial especializada en el diseño, fabricación, puesta en órbita y operación de microsatélites de observación de la Tierra. La compañía nació con la misión de estudiar la superficie terrestre y encontrar soluciones a los problemas más apremiantes de nuestro tiempo, como la producción y distribución de alimentos para la población y la optimización del uso de energía y recursos para los próximos años. En otras palabras, puede monitorear desde el espacio el nivel de irrigación en un campo, la cantidad de barcos en un golfo y el estado de una plantación, por sólo citar algunos casos. Satellogic toma imágenes en alta resolución del planeta y, a partir de técnicas de machine learning e inteligencia artificial, las analiza y procesa para brindar información de utilidad para la toma de decisiones diaria.
Un poco de historia
Cuando Emiliano era chico, no quería ser astronauta ni pensaba en hacer tecnología espacial. Si bien era un lector de ciencia ficción, siempre soñó con ser matemático. Con sólo 9 años aprendió a programar y cuando tenía 15, fundó su primera empresa de software. Como emprendedor, creció en la época del boom de la computación personal, cuando las empresas necesitaban gente que tuviera el conocimiento para manejarlas.
A los 18 años, se dio cuenta que disfrutaba de sentarse delante de un cliente y entender que podía ayudarlo pero, él quería hacer un impacto en el mundo todavía mayor. “Lo que hacía era absolutamente aburrido, es decir, hacer sistemas para diferentes empresas se volvió muy repetitivo entonces terminamos haciendo un software que automatizaba el proceso de hacer sistemas para pequeñas empresas”, confesó el emprendedor en una charla de la Experiencia Endeavor Rosario.
Durante toda su adolescencia, además del trabajo, por las noches se dedicaba a entrar a computadoras y a tratar de aprender cómo funcionaban. “Fui un hacker pero siempre respetando al otro, mirando cómo funcionaban las cosas. Esa era la única oportunidad que tenía para acceder a computadoras más potentes que la mía”, explicó.
Lo que empezó en las noches de su casa terminó en un servicio para el Estado. Emiliano fue invitado por la DGI -lo que hoy se conoce como AFIP- con el objetivo de romper la seguridad de las computadoras para entender dónde estaban las vulnerabilidades. “La anécdota divertida es que llegamos el primer día, nos juntamos con la gente de seguridad informática y nos dijeron ‘el sistema es seguro por esto y por lo otro’ y tardamos 15 minutos en romper su seguridad. Pero, después estuvimos un año y medio tratando de arreglar el problema que habíamos encontrado”, detalló Kargieman.
Por aquel entonces, el emprendedor se juntó con cuatro amigos y creó Core Security Technologies, una compañía de consultoría y software de seguridad informática. Este proyecto sería una escuela para su futuro tanto a la hora de ganar experiencia como para liderar una empresa. Con el tiempo, él y su equipo fueron aprendiendo cómo encontrar los agujeros en los sistemas y desarrollaron el primer software de penetración automatizada en el mundo. Así ganaron más tracción y tuvieron clientes como Google, Amazon, Cisco, Microsoft y La Casa Blanca, entre otros.
A pesar de su éxito, el emprendedor buscaba más: dejaría la seguridad informática para agregar valor al mundo. Ese pensamiento llevaría al origen y misión de Satellogic. Para Emiliano, uno de los grandes problemas de la humanidad está relacionado con asegurar un futuro sustentable para las próximas generaciones. Esto implica: pensar en la producción de alimento para millones de personas las próximas décadas, la distribución de energía que asegure un buen estándar de vida para otros y la utilización consciente de los recursos naturales.
Para Emiliano, los modelos que afectan en la toma de decisiones en esos sectores están basados en información desactualizada en un mundo que es cada vez más volátil y cambiante. Eso genera un problema estructural. Pero, ¿cómo hacer para poder medir lo que pasa en todo el mundo? La idea ganadora fue poner una cantidad de sensores mirando hacia el planeta. Así nació Satellogic con el objetivo de proveer un análisis en tiempo real de lo que ocurre sobre la superficie terrestre. “Estamos orgullosos de liderar el camino hacia una nueva era de observación de la Tierra. La creciente capacidad de nuestra flota de satélites en órbita nos posiciona como líder mundial en la captura de imágenes de alta resolución desde el espacio.”, explicó el emprendedor.
Acerca de la industria
La posibilidad de llegar al espacio es tentador para muchos emprendedores. Pero, al mismo tiempo, la industria aeroespacial es un ejemplo clásico de una industria difícil de romper. Existen tres grandes razones que convierten a esta industria en un sector desafiante: sus altos costos de entrada debido a los requisitos de capital, las habilidades que se requieren y las conexiones reglamentarias que se necesitan. Sin embargo, las posibilidades tecnológicas de la última década dieron lugar a que más emprendedores se interesen por desarrollar proyectos dentro de la industria. Ya no son más los gobiernos los únicos actores con herramientas para estudiar al mundo desde el espacio, sino que el sector privado ha cobrado un rol cada vez más relevante. En un primer momento del boom aeroespacial, las compañías han estado ansiosas por desarrollar pequeños satélites propios para recoger datos para sus negocios o probar la tecnología. De allí se dio un paso más y el mercado avanzó hacia la construcción de cohetes con el propósito de transportar pequeños satélites.
Según un informe realizado por Deloitte, el sector aeroespacial recibirá inversiones para seguir creciendo en tecnologías y servicios procedentes mayoritariamente de los gobiernos y de operaciones de capital de riesgo, a sabiendas de que gran parte de esas tecnologías siguen en fase de prueba. Actualmente, los ingresos del sector espacial comercial proceden mayoritariamente de la fabricación de satélites empleados para la observación de la Tierra y para comunicaciones y del lanzamiento de vehículos utilizados para colocar estas cargas en órbita.
En cuanto a las perspectivas regionales, el estudio confirma que Estados Unidos continúa siendo el principal motor de crecimiento para la industria aeroespacial y de defensa. Sin embargo, otras regiones del mundo como Asia y Oriente Medio empiezan a ocupar un lugar cada vez más relevante en el sector.