Descubrí consejos para planificar el año de forma ordenada, con metas realistas y construir una rutina sana con dedicación y constancia.
1. Pensá en un objetivo general por cuatrimestre y armá una lista de acciones para lograrlo
A veces, establecer demasiados objetivos en un tiempo poco realista y sin los recursos necesarios hace que no se termine concretando ninguno. Por eso, establecer prioridades es fundamental para planificar el año. Un buen ejercicio es pensar en un objetivo general por cuatrimestre y luego escribí las acciones que deberías realizar para cumplirlo. A cada una de estas tareas, es recomendable asignarle un responsable del equipo y un plazo de tiempo coherente de trabajo.
Seguramente, estas fechas deban ser flexibles. Revisarlas con periodicidad y reajustarlas según haga falta será necesario.
2. Dedicá 1 semana al mes a mirar resultados y reconsiderar la estrategia
Este tiempo puede ser de una semana o menos, ya sea una vez al mes o luego de que haya finalizado cada campaña dentro de la empresa. Además, ayudará a bajar la intensidad de trabajo y analizar cómo vienen funcionando los esfuerzos. En una compañía, la ejecución siempre se complementa con el análisis y la planificación.
3. Bloqueá tu tiempo: que lo urgente no opaque lo importante
¿Te cuesta organizarte y entregar a tiempo? Un buen ejercicio para trabajar de forma ordenada es bloquearse tiempo de la agenda para hacer una tarea u objetivo específico. Por ejemplo, dedicarle dos horas de trabajo a la semana o al día al diseño de nuevos productos, o a la investigación de mercado, a la revisión de finanzas, etc.
Este punto es importante para cuidar los detalles que se quieren mantener al día y programarlos de manera consistente hasta que se vuelvan un hábito.
4. Identificá qué herramientas te pueden servir para planificar el año
¿Un organizador de agenda? ¿Un planificador de contenidos? ¿Un medidor de métricas? Para mejorar los resultados, vale la pena implementar cualquier herramienta que se adapte a tu negocio y que pueda automatizar procesos. Esto ayudará a destinar recursos a nuevas actividades. Muchas de ellas son personalizables y gratuitas.
5. Da lugar a cambiar de dirección, si fuera necesario
El plan original de enero, desde ya, no va a ser el mismo con el que cerrarás diciembre. Emprender tiene cartas inciertas y muchas posibilidades abiertas para cambiar de rumbo. Sin embargo, es importante no descuidar la misión y propósito de la empresa en este proceso.
Antes de hacer un gran cambio, respondé estas preguntas:
- ¿Este cambio es relevante para mi negocio ahora? ¿Me llevará hacia donde quiero ir?
- ¿Es este el momento adecuado para implementar un cambio? ¿Debería esperar más?
- ¿Tengo los recursos adecuados para implementarlo? ¿Qué necesito?
- ¿Este cambio contradice algún otro aspecto de la empresa?
La respuesta a estas preguntas ayudarán a ajustar las prioridades y entender que algo que en ese momento pueda traer un beneficio, no necesariamente lo traerá después. Si tenés dudas o si las respuestas no son del todo claras, podés pedir segundas opiniones o validarlo con expertos.
¿Cuándo es un buen momento para cambiar de trabajo? - Endeavor
[…] En este panorama, es recomendable que los profesionales hagan una “radiografía”, no sólo de la empresa para cuya vacante analizan postularse, sino también de los distintos sectores y actividades. Según Recalde: “No hay que olvidar que, ante cualquier complejidad imprevista, el último en ingresar será posiblemente el primero en salir”. La sugerencia de PageGroup para los profesionales en búsqueda activa es hacer averiguaciones con colegas y buscar noticias de la compañía en Internet. En otras palabras, antes de cambiar de trabajo, juntá toda la información posible. No necesariamente para descartar un ofrecimiento, sino simplemente para tomar una decisión consciente. […]