Hacer regalos es más que adquirir un producto: busca generar una emoción y un recuerdo en quien lo recibe, dos variables que valen más que cualquier compra. Ese fue el punto de partida de Gastón Parisier, fundador y CEO de Bigbox, una plataforma que le permite a los usuarios regalar experiencias para todos los gustos, que superan 3000 opciones únicas en gastronomía, aventura, entretenimiento o relajación, entre otras.
En 2017, antes de que Gastón se sumara a la Red Endeavor, quería enfocarse en los aspectos más estratégicos del negocio y aprender a delegar aquellas tareas que le demandaban demasiado tiempo y que podía tomar su equipo. En esta línea, el emprendedor buscaba reestructurar la organización del equipo para poder distanciarse del día a día de las operaciones.
Así fue como el emprendedor confió en nuestra organización para organizar su equipo. Trabajó junto a su Account Manager para conseguir el apoyo de un mentor experimentado en su desafío. Fernando Rubín, ex-CEO de Banco Hipotecario, especialista en cultura y estructura organizacional y mentor de la red, acompañó a Gastón y a su equipo en este proceso de delegar y adquirir nuevas responsabilidades. Fernando tuvo unos primeros encuentros con el emprendedor y los directores de área de la compañía y analizó las oportunidades en donde trabajar. El resultado: un plan concreto adaptado a las necesidades y tamaño de la empresa.
Actualmente, gracias al apoyo y acción de Fernando, el fundador redefinió los objetivos de las distintas áreas y armó estructuras que facilitan la colaboración entre toda la compañía. También contó con el apoyo de André Parisier, COO de Bigbox, para coordinar las operaciones del equipo. Con esta nueva estructura, Bigbox logró aumentar su equipo de 85 a 150 personas en dos años. Si bien todavía la empresa sigue en etapa de expansión, Gastón ya aterrizó en México y continúa transformando a Bigbox en un referente regional.
En esta línea, Gastón Parisier, fundador y CEO de la empresa comenta: “La suerte existe, pero nunca te va a tocar la puerta. Nunca”.