Emprender no es un camino recto. Por lo contrario, se trata de un viaje con aciertos y desaciertos que todos llevan hacia un mismo lugar: desarrollar un emprendimiento de la mejor forma posible sin perder el foco. A pesar de lo desafiante de ese recorrido, uno de los aspectos más gratificantes que señalan los emprendedores es la capacidad de trabajar de lo que a uno más le apasiona, generar puestos de trabajo para quienes lo necesitan y cambiarle la vida a los usuarios que consumen ese producto o servicio.
Sin embargo, no hay buenos resultados sin dedicación, resiliencia y un buen equipo de trabajo en quien confiar. En este sentido, Arturo Simone, fundador de RDA Renting – la primer empresa en Argentina en ofrecer servicios de Renting Corporativo y gestión de flota de vehículos – y Co-CEO de Awto – comparía líder en carsharing – señala: “Sin un buen equipo, no hay idea, proyecto o negocio que sea viable. Desde el día 0 hay que empezar a construir buenos equipos, tanto para los niveles gerenciales como para los no ejecutivos. Entrenar y capacitar a esas personas es una tarea que se empieza y nunca termina”.
“En lo operativo, desde el momento que se decide emprender hay que entender que esto significa levantarse, caminar, bañarse y hasta dormir pensando en como llevar adelante la empresa; aprender a hacer cosas que tal vez nunca hiciste. En lo estratégico, saber negociar y acordar con los directores, los inversores y los accionistas. Posiblemente no estés 100% alineado con su forma de pensar, pero hay que escuchar distintas opiniones“, agrega Simone.
Por su parte, Bruno Ferrari, cofundador de 123seguro, bróker líder de seguros en la región, reflexionó sobre los obstáculos que existen en este viaje emprendedor, especialmente al comienzo. Para él, no existen los fracasos, sino malos resultados que pueden dar luz a mejores prácticas a futuro. “Las victorias y las derrotas se potencian cuando sos emprendedor. Hay que intentar no tomárselas de forma personal. Cómo reaccionamos y aprendemos cuando las cosas no nos salen bien es lo que nos va a permitir crecer como empresa y potenciar nuestra cultura. Es fundamental enfocarnos en pocas prioridades, sobre todo al inicio. Esto ayuda a que ese proceso sea lo más rápido posible. Si fuese simple, ¡ya lo hubiese hecho alguien antes!”.
Para finalizar, Arturo destaca: “Emprender no es sólo para valientes. Hay momentos buenos y malos. La diferencia es que los momentos malos suelen ser realmente malos. Lo más importante es cómo convertir las adversidades en oportunidades, transformar la bronca es energía positiva y juntar fuerzas para siempre seguir adelante. Emprender es una decisión de por vida: un tren al que te subís y es imposible detener. Hay que ver cómo manejarlo de la manera más eficiente, rentable y sostenible“.