Esta claro que el desarrollo de una compañía atraviesa diversos estadios y, en este proceso, lo mismo ocurre con su financiamiento. al igual que la empresa, las rondas de inversión atraviesan su evolución y van en aumento, en la medida que acompañan el crecimiento de la compañía y le aportan liquidez.
La primera ronda de inversión que recibe una startup es el capital semilla o seed capital en inglés, el cual busca desarrollar un proyecto muy temprano para que empiece a dar sus primeros pasos. En este momento, la empresa es muy chica y está integrada por los fundadores y pocas personas más. Este dinero sirve para construir las bases de lo que luego será la empresa mayor, estudiar el mercado, desarrollar (y mejorar) el producto y el plan de negocio. El capital semilla suele tener menos del 1 millón de dólares, si bien su cifra está condicionada al potencial valor del proyecto. Es una promesa a futuro, donde la inversión no sólo importa sino también la guía y el acompañamiento de mentores. Generalmente, este tipo de inversión no supera el millón de dólares.
A la anterior le sigue la ronda serie A, en la que los inversores ya buscan un mayor retorno para el capital aportado. Esta fuente de financiamiento ayuda al emprendedor a consolidar todavía más el modelo de negocio, empezar a generar ingresos y aumentar el tamaño de su equipo. En esta instancia, la empresa ya cuenta con un portfolio más robusto y una estrategia de negocios más consolidada. Las cifras de este tipo de series van, mayormente, de 1 a 15 millones de dólares – dependiendo de la industria.
Por su parte, una ronda serie B tiene como objetivo aumentar el valor de la empresa, desarrollar el producto o servicio y obtener más ingresos. Esta ronda ayuda a que la empresa encare su estrategia de expansión, lo cual necesita de valores más altos. A su vez, los inversores analizan la evolución de la empresa, cuál es su porción en el mercado y qué tienen para ofrecer frente a sus competidores. Las cifras de este tipo de series van, mayormente, de 15 a 50 millones de dólares – dependiendo de la industria.
Una ronda serie C es aún más alta que la anterior y tiene como objetivo acompañar a la empresa en el desarrollo de nuevas unidades de negocio, consolidación como referente en su industria e incluso, preparar a la compañía frente a posibles adquisiciones. En este momento, la compañía ya es una empresa completamente madura. Las cifras de este tipo de series van, mayormente de 50 millones de dólares en adelante – dependiendo de la industria.
En la medida que la empresa crece y continúa levantando capital para financiarse, las rondas siguen en aumento. Para las series D-Z, el capital invertido perseguirá objetivos cada vez más ambiciosos que sigan el nivel de escala del negocio. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, salir a la bolsa.