El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que el intercambio comercial de Argentina con el resto de los países en 2021 dejó un superávit de US$ 14.750 millones. El aporte de divisas más significativo a esta cifra lo hicieron las exportaciones de productos primarios, los bienes intermedios y las manufacturas de origen agropecuario. Si bien la Economía del Conocimiento (EdC) representa sólo el 8% de las exportaciones argentinas (Argencon), puede colaborar en la diversificación de la matriz productiva del país, generando además empleos calificados.
Si llegaste hasta acá sin comprender qué es y qué produce la Economía del Conocimiento te lo explicamos de forma sencilla: La EdC engloba a las actividades económicas que requieren del conocimiento humano para generar nuevos productos y servicios, que pueden ser aprovechados por todas las ramas de la producción. Dentro de esta industria encontramos a empresas de software y servicios informáticos, producción audiovisual, biotecnología, nanotecnología, entre otras. En Argentina, la Economía del Conocimiento emplea a cerca de 500 mil personas y tiene el potencial de generar 150 mil nuevos puestos de trabajo y 10 mil millones de dólares de riqueza.
En un contexto donde la Economía del Conocimiento afianza su lugar ofreciendo productos y servicios innovadores y cuando el país requiere de aumentar su volumen exportable, es necesario pensarla ocupando un rol indispensable en la exportación de bienes y servicios para aportar divisas al país.
Economía del Conocimiento: lo qué dejó el 2021
Según un informe de Argencon, en 2021, el Ministerio de Desarrollo Productivo destinó más de $12.000 millones para promover empresas y proyectos de la Economía del Conocimiento y alcanzó a casi 1.000 entidades entre universidades, polos tecnológicos y empresas. Pero sólo 360 de las más de 700 empresas que se presentaron al Régimen de promoción de Economía del Conocimiento (Ley Nº 27.506) están recibiendo los incentivos fiscales que ofrece el régimen y que les permite ampliar su capacidad de desarrollo.
Nuestro país tiene una oportunidad única de diversificar su matriz productiva a partir del talento de los emprendedores de la Economía del Conocimiento. Esta industria, podría incrementar las exportaciones, fomentar la creación de empleo de calidad, generar divisas, aprovechar el talento y la capacidad de innovación que nos caracteriza. Las empresas de la Economía del Conocimiento crean puestos de trabajo calificado, y emplean por ejemplo, a programadores, analistas de datos y diseñadores y representan una fuente de ingresos de divisas para nuestro país que aún está subexplotada.
En la coyuntura que atraviesa el país y a partir del contexto global es posible ofrecer a las empresas nacionales que integran la Economía del Conocimiento un impulso para desarrollar su potencial y a la vez ser parte de la transformación de la matriz productiva que Argentina necesita.
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