Para los líderes perder la perspectiva, cambiar los valores y terminar dentro de una burbuja es un gran riesgo. Aprendé a generar espacios de debate que te permitan conocer diferentes miradas dentro de tu equipo.
Ejercer un rol de liderazgo significa ventajas y privilegios que permiten hacer el trabajo de manera más eficaz, pero en otros casos tienden a ser banales y sólo aumentan el ego. Como dice el gran Stan Lee, escritor y editor estadounidense: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y si el poder no es bien gestionado, puede afectar tu trabajo y hasta el desarrollo de la organización.
Te damos algunos consejos para que evites ser ese líder solitario al que todos le sonríen de manera complaciente.
A medida que se alcanzan mayores rangos dentro de una organización se adquiere más poder, esto suele generar dos situaciones: los líderes están más solos, pierden contacto con las personas que lideran, con la cultura de la empresa y hasta con los clientes. A su vez, las personas tienden a ser más complacientes con ellos, esto los vuelve más egocéntricos. Para los líderes, el mayor riesgo es perder la perspectiva, cambiar los valores y terminan dentro de una burbuja donde solo ven y escuchan lo que quieren. A esta situación se la suele llamar “riesgo de insularidad”. Una buena idea para no caer en este limbo egocéntrico es trabajar proactivamente creando espacios de intercambio con todos los actores de la compañía.
Abrir espacios de debate, pero reales
Si estás liderando un equipo, es parte de tu responsabilidad crear espacios de discusión abiertos y francos para conocer las ideas de la gente con la que trabajas. Pero, debemos advertirte que conocer otras opiniones puede generar discusiones y muchas organizaciones le temen a esta situación. Para que estos espacios sean exitosos, todos deben entender que el debate no es una lucha de fuerzas, sino el intercambio de miradas para obtener las mejores ideas. La diversidad cognitiva (o dos cabezas piensan mejor que una) hace que un grupo sea más inteligente.
Seguí estas reglas para generar un buen debate:
- No hay ganadores, no importa que tan alto hablen o cuánto poder tenga o lo bien que articule los argumentos; discutir no es una competencia.
- Diferenciá entre hechos e interpretaciones.
- Aprendé a retroceder en tu posición.
- Verificá la validez de las afirmaciones.
- Si el debate se desvía hacia otros temas, reconocelo y volvé a empezar.
En muchos casos, los ascensos son una recompensa por el desempeño pasado, pero no siempre los atributos que nos han hecho llegar hasta un lugar nos aseguran el éxito. Liderar un equipo no es la meta, sino el inicio de un camino nuevo.