Las organizaciones Startup Genome y la Red Global de Emprendimientos (GEN, por sus siglas en inglés), todos los años investigan el ecosistema emprendedor en el mundo y recientemente, lanzaron su último Reporte Global 2020. El estudio tiene una metodología compleja y analiza startups de diferentes tamaños de las ciudades más importantes del mundo y luego, compara sus resultados. En esta oportunidad, la crisis global a del Covid-19 fue una variable importante que se tuvo en cuenta y se llevó un apartado especial.
En lo que respecta a América Latino, dentro del ranking global Top 100 ecosistemas emprendedores en crecimiento, Buenos Aires es la 2° ciudad de la región con mayor talento emprendedor (7/10 puntos), detrás de Ciudad de México (9/10 puntos). Luego le siguen Bogotá y Santiago de Chile (4/10 puntos) y, finalmente, Curitiba (1/10 puntos). Sin embargo, en los otros 3 indicadores que se evaluaron – performance, financiamiento y alcance del mercado por ciudad- , la capital argentina se encontró por detrás de las demás ciudades.
Qué está pasando en resto el mundo
– El potencial de los ecosistemas emprendedores a nivel global sigue siendo grande: genera casi 3 billones de dólares de valor, una cifra a la par del PIB de una economía del G7.
– Siete de las 10 empresas más grandes del planeta tienen base tecnológica – la mayor concentración de cualquier sector industrial entre las principales empresas mundiales – y en 2019 se registraron cerca de 300.000 millones de dólares en inversiones de capital de riesgo en todo el mundo.
– La equidad de género sigue siendo un desafío fundamental para los ecosistemas tecnológicos, ya que sólo el 14,1% de las fundadoras a nivel mundial son mujeres.
– La idea de un próximo “Silicon Valley” caducó. Hoy se habla de por lo menos 30 centros globales que funcionarán como hubs de compañías líderes, ya sea regionales (por ejemplo, San Pablo en Brasil o Yakarta en el Sudeste Asiático) o líderes de subsectores (por ejemplo Shenzhen en China, con sus avances en Manufactura y Robótica). Entre los ecosistemas líderes se encuentran Jakarta (Indonesia), Guangzhou (China), Kuala Lumpur (Malaysia), Mumbai (India), Nanjing (China), Manchester-Liverpool (Reino Unido), Detroit (EEUU), Zurich (Suiza), Portland (EEUU).
– A pesar de la crisis del Coronavirus, los responsables políticos, los VC y demás grupos inversores pueden encontrar nuevas oportunidades y ayudar a identificar y a trabajar en problemas directos que surgieron a raíz de la pandemia como: a) Asistencia sanitaria: Las startups pueden ayudar en la provisión de pruebas, saneamiento y localización de contactos; b) Servicios sociales: Las startups pueden proporcionar atención no relacionada con la salud y entrega de alimentos para los inmunocomprometidos y los adultos mayores; c) Servicios en línea: Las startups pueden ayudar con plataformas en línea para la educación en todos los niveles y servicios para las empresas.
El impacto de la pandemia en la inversión y la demanda de productos y servicios
La duración de la crisis de la pandemia está dejando a las empresas más chicas sin runway para sobrevivir: Si nos centramos en las empresas de la serie A + solamente, el 35% de ellas tienen 6 meses o menos de runway, una cifra problemática dado el tiempo que se tarda en aumentar una ronda de la serie B o posterior, especialmente en el entorno actual. En segundo lugar, el proceso de levantamiento de capital fue una de las instancias más críticas y fuertemente impactadas. Incluso para los emprendimientos que ya tenían hojas de plazos de los inversores antes de la crisis, firmadas o no, 75% de las compañías han visto interrumpido el proceso de levantamiento de capital; el 18% han tenido una ronda cancelada por el inversor y el 54% han tenido su ronda de financiación retrasada o el inversor principal no ha respondido.
Además, alrededor del 72% de las startups tuvieron una caída en sus ingresos desde el comienzo de la crisis, con un promedio de inicio que experimentó un descenso del 32%. Sorprendentemente, casi el 40% de las empresas de las compañías vieron caer sus ingresos en un 40% o más, y sólo alrededor del 12% están experimentando un crecimiento significativo.
Qué esperar el día después
Si bien Estados Unidos ha sido tradicionalmente un país generador de oportunidades, actualmente Europa es la región que lidera el surgimiento de ecosistemas emprendedores emergentes, con un total de 38 ecosistemas, le sigue América del Norte con 32 ecosistemas y Asia-Pacífico está en tercer lugar con 22 ecosistemas.
Las startups ayudan a las economías de poscrisis a seguir siendo competitivas. Las crisis mundiales siempre aceleran la curva de adopción de nuevas tecnologías. El COVID-19 ha contribuido al crecimiento de empresas relativamente jóvenes como Zoom, Slack y Shopify. Las tres eran empresas que hace no mucho salieron a la luz pública y ahora desempeñan un papel importante en el mantenimiento de las empresas conectadas y relevantes en este contexto.
Las startups eficientizan y ayudan a mejorar la competitividad de todas las industrias. Sin las nuevas empresas, la tecnología, las finanzas, la salud y otros campos estarían estancados. Y cuando las nuevas empresas florecen y se convierten en importantes actores de la industria, eso añade más prestigio y valor al ecosistema en el que opera.
Qué podemos aprender de la crisis global del 2008
Las startups que han recibido financiamiento durante recesiones, incluidas las de 2008, tienen, en promedio, mejores resultados que las financiadas en épocas normales. Por ejemplo, varias startups que atravesaron ese proceso durante ese período tuvieron éxito y más tarde se han convertido en grandes referentes de sus industrias, entre ellas Uber, que tuvo su ronda inicial en 2008 y su financiación en una ronda Serie A en 2011.
Los capitales de riesgo y las economías locales que se esforzaron por salvar a empresas incipientes prometedoras en 2000 y 2008 obtuvieron beneficios increíbles en el siguiente ciclo económico. Algunos ejemplos de empresas que recaudaron dinero de capital de riesgo en 2008 son Facebook, LinkedIn, Dropbox y Palantir.
Desafortunadamente, a pesar del éxito de las compañías creadas durante las contracciones económicas, las inversiones de riesgo en startups tecnológicas suelen caer significativamente. Además, las startups están mejor estructuradas para adaptarse a nivel interno y a los hábitos de comportamiento y consumo, mientras que las grandes corporaciones con frecuencia tienen que dedicar mucho tiempo a reestructurar las operaciones existentes. En pocas palabras, las startups pueden pivotar y hacer cambios mucho más rápido, y esto se ve hoy en día con algunas startups en la era COVID-19.
Conclusiones finales
Si bien muchos líderes políticos pueden apoyar a las empresas en este momento con capital, esta no deja de ser una medida a corto plazo de la situación actual: los efectos de la crisis de COVID-19 serán duraderos. Por esta razón, el estudio recomienda un cambio a la inversión de capital, garantías para los inversores y programas de generación de demanda para probar el futuro de los ecosistemas. A mediano y largo plazo, nos enfrentamos tanto a una recesión como a un movimiento acelerado hacia una economía digital.
Afortunadamente, la tecnología y las nuevas empresas centradas en lo digital pueden desempeñar un papel en el regreso de la recesión, como lo hicieron en 2008. Durante este tiempo, los gobiernos tendrán un rol muy importante en lo que respecta a la política industrial y el trabajo con las nuevas empresas. Sin esta participación del sector público, las startups y los ecosistemas se verán perjudicados y las economías a las que pertenecen perderán los beneficios que proporcionan los emprendimientos en su totalidad. Los gobiernos que desbloqueen la nueva generación de demanda facilitarán no sólo el desarrollo de los ecosistemas de startups sino también la recuperación económica del país.