Almendra Hermida, una de las ganadoras del programa de aceleración para mujeres de HSBC y Endeavor, nos cuenta cómo nació Autoinspector, la insurtech que creció más de 400% en tan solo 6 meses.
Las redes sociales nos conectan no caben dudas, a través de ellas algunos consiguen pareja, rastrear compañeros de la infancia, por qué no espiar a algún ex; pero para otros, son el puntapié para crear un emprendimiento.
Así fue como surgió Autoinspector, una compañía de inspecciones para registrar, autenticar y dar trazabilidad a bienes, documentos y personas.
Calentando motores
Esta es la historia de Almendra Hermida, la ingeniera industrial que desde chica mamó que la cultura de trabajo era en relación de dependencia. “Un poco de ansiedad, un poco de aburrimiento, que los caminos no se estaban dando tan rápido en Quilmes (empresa en la que trabajó 7 años) y un poco de sentir que cada vez crecían más las ganas por hacerlo, decidí ir a España a estudiar durante un año un master en supply chain, en logística”, recuerda Hermida.
Pero para acercarnos al momento en que surgió la insurtech Almendra tendría que volver del viejo continente, pasar por una pyme de construcción modular en la que se empleó aun teniendo las puertas abiertas de su antiguo trabajo (se iba acercando ¿verdad?), y cruzarse en LinkedIn con el perfil de un antiguo compañero de la escuela y futuro socio de Hermida.
Autoinspector: una startup para seguros
Bien, del café con aquel viejo amigo, Ezequiel Niedfeld, surgió la idea de crear la empresa que nació para resolver, evitar, mitigar, el fraude en la industria de seguros.
“Nuestros padres son de la industria, teníamos los contactos, la gente con quien validarlo, dónde probar el producto y consultar la tecnología…”, recuerda la COO y cofundadora. ¿Qué descubrieron rápidamente? Los números daban, la idea estaba y la necesidad era real.
La problemática
“Hoy una aseguradora grande debe tener 40 mil pólizas emitidas por mes y si tenés que hacer una inspección a cada auto, necesitás una cantidad de inspectores terrible, ponele que como mucho un inspector pueda hacer 6 ó 7 verificaciones por día”, analiza Hermida.
Es por eso que los socios buscan proveer con infraestructura a las aseguradoras para eliminar esa falta de recursos y que logren escalar sus servicios. “Vos me pedís la inspección, se la mando a tu cliente que la realiza paso a paso y en el mismo momento en que terminó yo te la estoy devolviendo aprobada o desaprobada en función a la validación que nos pidieron”, cuenta la cofundadora acerca del proceso de la insurtech.
La solución de la compañía está orientada a buscar la escala, que todo tenga una trazabilidad y no solo sea una herramienta para un momento puntual, por ejemplo, un siniestro. Con la posibilidad de volumen que otorga la empresa se podrán realizar inspecciones a más cantidad de clientes al momento de emitir las pólizas y así generar más oportunidades de comparación para constatar que efectivamente corresponde salir a respaldar un seguro.
Cómo pivotar a tiempo
Lo que muchos no saben es que el camino no fue lineal. Apenas habían comenzado a validar su MVP los fundadores tomaron la decisión de frenar 3 meses de avances comerciales para acomodar nuevamente el producto y poder salir nuevamente a golpear puertas. “Armamos en la plataforma toda una parte no code para que cada uno arme la inspección como quiera”, cuenta Almendra.
Esta solución rápidamente se volvió uno de los diferenciales de la compañía: independencia y agilidad. “Así evitamos que el cliente dependiera de nuestro desarrollarlo que era en definitiva lo que no queríamos”, reconoce Hermida y agrega: “que cada uno haga la inspección como quiera”.
Otra de las cuestiones que cambiaron sobre la marcha fue agregar microservicios. Así como no querían que hubiera una dependencia de los desarrolladores, tampoco les interesaba que la hubiera con los servidores.
“Antes nuestra app era monolítica, todo se procesaba en un mismo lugar, apenas vimos que podíamos salir al mercado y podíamos pegar bien, teníamos que pasar a otro tipo de infraestructura de nuestra app y tomamos la decisión de microservicios. Si se llega a caer uno, que no se caiga toda la app. Es una estructura para poder escalar”, comenta la ganadora de Acelerar Creadoras y agrega “cuando sos un equipo chico si algo no funciona podés volver atrás fácilmente. Después, mover a un elefante es mucho más difícil”.
Un equipo sólido para conquistar al mundo
El equipo que hoy integran 8 personas, incluidos los socios fundadores, está preparando su regionalización con el ojo puesto puntualmente en Méjico y Colombia. Se trata de dos mercados interesantes para el modelo de negocio de Autoinspector, el cual necesita generar volumen de inspecciones para que puedan acompañar los precios.
Paralelamente, están armando su primera ronda de inversión para poder llevar a cabo el siguiente paso. Sí, hasta el momento optaron por el bootstrapping y no les fue nada mal. “Desde hace unos meses somos rentables. Desde que empezamos a facturar tuvimos un crecimiento mensual del 42% y ya llevamos acumulado un crecimiento anual de 460% en seis meses”, cuenta Hermida.
Hoy el cuento suena muy bien y los números más aún, pero con el diario del lunes todos somos Gardel. Almendra tuvo que tomar muchas decisiones difíciles y le faltarán tomar otras tantas para cumplir sus objetivos, pero siempre buscando acompañamiento y guía. Ese sostén lo encontró tanto en los mentores como en la comunidad que se generó durante el programa Acelerar Creadoras de HSBC y Endeavor, del cual resultó una de las dos ganadoras. “Lo que más rescato son las sesiones de post mentoría. Es un plus que no lo tuve en ninguna otra aceleración. El modo taller, trabajar sobre nuestros propios casos fue el punto fuerte y diferencial que disfruté y aproveché muchísimo”, destacó del programa.
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Gran artículo, gracias por compartir contenido útil. Saludos, Javier el autor del blog: https://rastrearcelularpornumero.com/