Lucas Ranallo contó en el podcast de Endeavor Mindset Emprendedor la historia de su empresa, las claves de una startup y cuáles fueron los mejores consejos de una de las más grandes aceleradoras a nivel mundial.
A veces una idea es buena, y se transforma en una startup que poco después tiene éxito. Pero a veces una idea es muy buena y necesita de mucho tiempo para lograr despegar. Claro que no siempre es fácil: el dinero, el mercado y los clientes exigen resultados que a veces no pueden esperar.
Pero no siempre es así. Bien lo sabe Lucas Ranallo, que tardó en alcanzar el emprendimiento de sus sueños y triunfar con su empresa. Antes, necesitó de fracasos, cambios de ideas y hasta una carrera a contrarreloj para lograr su cometido.
Pero ahora comanda Complif, una plataforma de automatización de procesos de compliance. La empresa trabaja con entidades financieras reguladas en la mayoría de los países o en su totalidad. Además, fue seleccionada por YC Combinator, la aceleradora más importante del mundo.
La firme idea de emprender
Para llegar a Complif primero tuvieron que pasar por lo que podría verse un fracaso grande. Junto a sus dos amigos de la facultad se lanzaron con una empresa que hacía impresiones 3D. Pero no fue bien: “Nunca sacamos un peso de ese emprendimiento, pero el objetivo era aprender”, reflexionó.
La experiencia les enseñó a hacer trámites, a hablar con proveedores, a abrir un marketplace, a interactuar con clientes. Aunque decidieron cerrar, destacaron el aprendizaje que se llevaron. “Fue lo que fuimos a buscar, así que para nosotros fue un éxito”, analizó.
Eso les hizo darse cuenta de que la verdadera escalabilidad no estaba en el segmento B2C, sino en el B2B. Pero además entendieron que les gustaba mucho trabajar juntos. “Tenés que estar muy alineado en principios y valores -honestidad, transparencia, profesionalismo- y en modo de expectativa o visión de negocio”, consideró.
Volver a empezar
Tras una serie de experiencias en empresas en Argentina y el exterior, los amigos volvieron a juntarse en busca de su gran emprendimiento B2B. Primero plantearon una idea que giraba en torno programar en la nube, y postularon con esa iniciativa a YC Combinator. Pero un emprendedor prolífico les dijo que ya lo había intentado y había fracasado.
Como YC les dio la posibilidad de enviar un update antes de la reunión final, cambiaron toda su idea por la plataforma de compliance que hoy es Complif en muy poco tiempo. Sin embargo, al llegar a la reunión les dijeron que jamás habían leído esa actualización. Sin embargo, Ranallo y sus amigos les contaron el nuevo proyecto. Pensaron que no iban a quedar por el error de cambiar de idea. Y de repente llegó la llamada: tenían financiamiento por 500.000 dólares.
Así lanzaron Complif. Durante el primer año no tuvieron ni un solo cliente, pero sabían que el problema existía porque la empresa familiar de Ranallo hacía todos sus procesos de forma manual, y ellos pensaban que debía haber una mejor manera. Empezaron a hablar con otras personas y vieron que el problema se repetía.
El momento de lanzarse
Al año tuvieron su primer cliente, una gerenciadora de fondos comunes, y fue el único durante otro año. Sus sueldos estaban muy por debajo de lo que ganaban sus compañeros de facultad en pasantías. Recién al año llegaron dos clientes más, y comenzaron a escalar.
¿Por qué siguieron adelante pese a todo? Apenas con un solo cliente, ya veían que la mejora que le hacían era sustancial. Esa era su motivación.
“Uno de los principales problemas que tienen los founders de startups que vienen de un background tecnológico es que a todo le intentan meter tecnología. Al cliente no le importa como resuelvas el problema, le importa que resuelvas el problema”, explicó. Por eso, entre los tres founders intentan mantener esa visión de negocio y no perderse en la necesidad de hacer la tecnología por tecnología en sí.
Los dos grandes consejos de YC Combinator
“Una de las filosofías de YC es tener fuego muy concentrado, pero que arda a mucha temperatura y después de a poco le puedes ir agregando leños. Mientras esté concentrado y ardiendo a muy alta temperatura, poco a poco le podés ir agregando dimensiones a tu matriz, pero asegúrate que arda con fuerza porque si no desparramaste tus esfuerzos y es donde después aparece otro que es más experto en esto y logre que las barreras de entrada sean más altas”, explicó.
“El founder tiene que saber identificar ese “mini game” de su empresa: por qué no estás creciendo, qué puede llevar a la inexistencia de tu compañía… Hay que ganar ese mini game y pasar al siguiente”, contó Ranallo.
Y cerró: “Hay una variable que se correlaciona quequé es el tiempo. Si no perdés las ganas y te mantenés en el tiempo, el efecto compuesto de hacer un producto, de construir y generar valor y seguir construyendo, explota”.
Junto a sus amigos fundó Complif, una plataforma de automatización de procesos de compliance. La empresa se trabaja con entidades financieras reguladas en la mayoría de los países o en su totalidad.
“Al principio era algo que nos resistíamos. Decíamos ‘es muy de nicho, es muy chiquito’, hasta que nos empezamos a meter vimos que es más profundo. Si el resumen que hago es largo, imaginate lo que es la industria en general”, explicó Ranallo al podcast Mindset Emprendedor.