Ya lo dijo el cofundador de Apple, Steve Jobs: “Todo el mundo debería aprender a programar porque ayuda a pensar”. En esta línea, Digital House es una organización educativa que transforma la vida de las personas, desarrollando competencias digitales para que generen impacto en la sociedad.
Así es como niños y adultos desarrollan sus habilidades en disciplinas como Marketing Digital, Programación Web Full Stack, Desarrollo Mobile Android, Data Science, Inteligencia Artificial y Data Analytics, por mencionar solo algunos cursos, que se suman a programas ejecutivos y capacitaciones in-company. A esto hay que contemplar una licenciatura en Negocios Digitales y una maestría en Negocios Digitales que se imparte Digital House en convenio con la Universidad de San Andrés.
Dado que estamos en la Cuarta Revolución Industrial y esto implica cambios de gran magnitud en la forma de trabajar y de hacer negocios, los colaboradores deben adquirir nuevas destrezas. De ahí que no solo avanza el concepto de “capacitación continua” a lo largo de toda la vida profesional de cualquier persona, sino que se están modificando los perfiles que están contratando las empresas. Como consecuencia, profesionales, ejecutivos y emprendedores de todas las edades están actualizando sus conocimientos para estar en sintonía a los tiempos que corren.
En en caso de los niños la situación es similar porque el sistema educativo tiene que aggiornarse a la nueva era: es claro que en las organizaciones están surgiendo nuevas posiciones, y este fenómeno requiere de perfiles con determinadas destrezas. En consecuencia, en todo el mundo se ve que la formación de los niños está cambiando para prepararlos cuanto antes porque lo digital va a estar presente en cualquiera de las profesiones que elijan en el futuro.
Bajo este concepto, Digital House cuenta con la iniciativa DH Schools. Se trata de un programa integral avalado por el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Presidencia de la Nación que tiene por objetivo que cualquier colegio desarrolle las competencias digitales de sus estudiantes desde 5to grado del colegio primario en adelante, aprendiendo en base a la práctica una serie de disciplinas como Programación, Marketing Digital, Diseño de Experiencia de Usuario, Ciencia de Datos y Negocios Digitales.
Hasta la fecha, más de 12 mil alumnos han participado de DH Schools en Argentina, y los resultados son tan alentadores que el objetivo de Digital House es llegar a 20 mil estudiantes en 2020. Además, son numerosos los casos de jóvenes que sin conocimientos previos lograron aprender a escribir código en cuestión de pocos meses.
Pero más allá de DH School, adquirir conocimientos vinculados a lo digital es posible a cualquier edad cuando hay ganas de aprender y voluntad para practicar. Por ejemplo, Paloma Rieznik se recibió de Programadora Mobile Android en Digital House a los 15 años. Apasionada por crear soluciones que resuelvan problemas, esta adolescente egresó de Digital House mientras cursaba el colegio secundario: “Decidí aprender programación porque me fascina la idea de poder solucionar problemas a través de algo tan presente en nuestras vidas como una aplicación para el celular”, expresa.
Paloma llegó a Digital House gracias al programa Chicas en Tecnología. Es una organización de la sociedad civil, sin fines de lucro, que desde 2015 busca reducir la brecha de género en tecnología para que las adolescentes consideren a la tecnología como una aliada y cumplir diferentes propósitos que impacten en sus realidades y comunidades. Paloma y unas amigas crearon una aplicación programada en bloques que tiene como objetivo lograr reducir la brecha laboral y salarial dándole a mujeres un espacio para ofrecer y buscar trabajo.
“Cuando empecé la cursada no sabía absolutamente nada sobre cómo crear una app desde cero. Además, yo no voy a una escuela técnica por lo tanto no tengo materias vinculadas a esta temática. Pero como tenía ganas de aprender programación mobile, muchas veces intenté hacerlo a través de cursos online, pero realmente me resultaban muy difíciles. Hasta que un día conocí Digital House y me di cuenta que ese lugar era justo lo que estaba buscando, y para ingresar a esta institución no necesité más que el permiso de un adulto para poder cursar”, relata la adolescente.
¿Qué te pareció la cursada? “¡Fue una de las mejores experiencias que tuve en mi vida! No me sentí para nada incómoda a pesar de la gran diferencia de edad con respecto a mis compañeros. Incluso, algunos ya tenían conocimientos previos por lo que algunos temas se me complicaron más que otros en comparación con ellos, pero gracias a mis dos profesores pude ponerme al tanto de todo. Algo que me sirvió mucho es que aprovechaba las dos horas de viaje de ida al campus para repasar los temas vistos y las otras dos de vuelta a mi casa para hacer tareas del colegio”.
Su caso y el de tantos otros niños, jóvenes y adultos reafirman que no hay límites de ningún tipo para desarrollar nuestras destrezas digitales.