Se llama Marcos Bruno, tiene 24 años y es un apasionado de la tecnología. Desde chico soñó con ser astronauta y se enamoró de los cuentos de ciencia ficción. Se metió en la industria aeroespacial, creó Merovingian Data con amigos y su único límite es el cielo.
Marcos es un ejemplo de cómo el talento joven tiene ganas de cambiar el mundo. Creció leyendo a Julio Verne y viendo películas de ciencia ficción. Siempre quiso ser astronauta hasta que su sueño se hizo realidad: fue invitado dos veces a hacer pruebas a la Mars Society y el ILMAH, centro financiado por la NASA.
El hito que despertó sus ganas de pasar de un sueño a la acción fue un día en el que, literalmente, escuchó 5 minutos a una persona que estaba dando sus primeros pasos firmes en el mundo espacial. “Esos pocos minutos me hicieron ver que no era imposible animarse a soñar con algo así, y empecé a trabajar para acercarme más y más a este objetivo. Me gusta contar mi historia para tratar de transmitir lo que obtuve en esos 5 minutos: entender el mundo de posibilidades que están frente a nosotros y animarse a soñar en grande. Espero ayudar a que muchas personas puedan lograr experimentar lo que yo sentí ese día”, confiesa el emprendedor.
Su caso es apasionante y en Endeavor decidimos entrevistarlo para que nos cuente un poco más:
E: ¿Nos podés contar de tu experiencia como astronauta?
MB: Desde que hice pruebas en Estados Unidos, tuve la oportunidad de formar parte de varias misiones espaciales análogas, donde aportamos nuestro grano de arena realizando pruebas y experimentos que nos ayudarán a entender mejor los desafíos que tendrán los astronautas en nuevos mundos. Paralelamente, he participado en trabajos de investigación en esta rama. Uno de los proyectos de los que soy parte, viajará al espacio este año de la mano de Satellogic, lo cual representa un orgullo enorme.
E: ¿Cuáles son los principales desafíos que hoy tiene la industria aeroespacial? ¿Creés que hay potencial para emprender en este sector?
MB: ¡Sin duda! Considero que estamos en la etapa de la historia humana más emocionante que haya existido. Hasta hace no muchos años atrás, el sector espacial estaba reservado a los estados de las naciones líderes, y hoy estamos viendo nuevas startups aparecer todos los días buscando innovar en el sector, democratizando el acceso a esta industria para nuevos jugadores. Estamos en los primeros años de esta revolución, y creo que estamos viendo la punta del iceberg respecto a lo que se va a lograr.
Veo varios desafíos por delante. En la rama satelital, por ejemplo, lograr comunicaciones más eficientes, tarea que está atacando la startup argentina Skyloom. En los viajes tripulados, ver cuál es la mejor forma de proteger a los futuros astronautas en su viaje a Marte, definir cómo funcionarán los futuros asentamientos humanos en el planeta rojo, entre otros. El simple hecho de estar mencionando esto como “desafíos” que tenemos por delante, me hace sentir que estamos viviendo una película de ciencia ficción. Es un momento muy emocionante para estar vivo.
E: Estudiaste en la Universidad de Cuyo, en China, en Austria y realizaste una breve estancia de investigación en Stanford en Estados Unidos. Después volviste a la Argentina, ¿qué motivó esta decisión de seguir apostando por el país?
MB: Tuve la oportunidad de estudiar, trabajar y aprender en muchos lugares. Más de una vez, tuve la chance de quedarme afuera indefinidamente, pero siempre volví porque sentía que quedaban cosas por hacer en Argentina. Argentina tiene un potencial enorme y quiero trabajar para aportar mi grano de arena y explotar este potencial.
E: ¿Qué le recomendarías a otros jóvenes como vos que tienen la ambición de emprender, más allá de la industria que elijan?
MB: Que se animen. Emprender es más fácil que nunca (ojo, no estoy diciendo que sea fácil, es probablemente el camino más complicado que puedan tomar). Con esto no quiero desanimar a nadie, solo lo digo para que sepan que, aunque tal vez se enfrenten a distintos problemas y desafíos, esta es (en mi opinión) el camino más apasionante y emocionante que una persona puede elegir y creo que hoy hay más recursos a disposición que nunca antes. Estamos en un mundo cada vez más conectado. Hoy nos podemos animar a pensar en un mercado global y superar las limitaciones geográficas que tenemos.
Si tienen una idea, una pasión, prueben con llevarla adelante y que no quede en un pensamiento. Siempre existe la chance de fracaso en cualquier cosa que uno encare. Está en nosotros disminuir esa posibilidad a un mínimo. ¿Cómo? A partir del esfuerzo y del trabajo que le dediquemos a esto que nos hace que nos levantemos emocionados todos los días.
E: Mucho se habla de Cuyo como una región exportadora de conocimiento, ¿qué opinás de eso?
MB: ¡Coincido totalmente! Son muchas las startups que nacieron en esta región que se están expandiendo a otros países y continentes, o que fueron adquiridas por compañías líderes del sector. El recurso humano de calidad sobra y creo que se demuestra por la presencia en Cuyo de jugadores como Mercado Libre, Globant, Etermax, entre otros.
E: Ya hablamos un poco de tu experiencia personal como emprendedor. Quisiera hacerte algunas preguntas sobre tu compañía: ¿por qué decidiste fundar Merovingian Data?
MB: Fundé Merovingian junto a mis socios (y amigos) Giorgio Tacchini y Mario Japaz. Todo empezó hace un año cuando empezamos a hacer pequeños trabajos con datos. Se fue corriendo la voz de lo que hacíamos y en un momento decidimos formalizar esto y dedicar el 100% de nuestro tiempo en esta pasión que compartimos, que es el análisis de datos.
E: ¿Cuál es el propósito de tu empresa?
MB: Nuestro objetivo es encontrar el potencial oculto que tienen las organizaciones y explotarlo a través del poder de los datos. A diferencia de lo que muchas veces se piensa, los datos no faltan, sino que sobran. El tema es qué se hace con ellos (normalmente, poco). Lo que sucede al tener este recurso tan valioso y no explotarlo, es que las organizaciones trabajan lejos de su punto óptimo y existen nuevas oportunidades de negocio que no se identifican. Acá es donde entramos nosotros para acompañar a las empresas a transitar el camino data-driven.
E: ¿Cómo lo trabajan?
MB: Primero, estudiamos a la organización, definimos su estado actual y, junto a sus líderes, definimos dónde se quiere llegar. Luego, desarrollamos las soluciones que permitirán a esta organización mejorar sus métricas (por ejemplo, mayor rentabilidad, menores pérdidas, o equipos más motivados). Estas soluciones pueden ser varias: tableros dinámicos en tiempo real para la toma de decisiones inteligentes, algoritmos de Machine Learning (para detección de fraudes, predicción de variables futuras, entre otras), algoritmos de automatización robótica de procesos, etc.
Lo más importante no son las soluciones que desarrollamos, sino el cambio cultural que queremos afianzar en las organizaciones. Buscamos que los datos formen parte del corazón conceptual de una compañía y, con nuestro equipo de consultores, acompañamos a nuestros clientes a implementar y afianzar este cambio, para que perdure en el largo plazo y se impulsen a partir de este factor diferenciador.
E: ¿Qué desafíos iniciales se te presentaron? ¿Cómo los resolviste?
MB: Un problema a destacar fue la escalabilidad en términos de infraestructura. En los primeros trabajos que hicimos, antes de crear la empresa, corríamos nuestros códigos de forma local (literalmente en nuestras computadoras personales) y solucionábamos errores de forma ad-hoc. Cuando empezamos a tener más operaciones, tuvimos que rediseñar todo lo que habíamos desarrollado para que fuese lo más escalable posible, y pasamos nuestra infraestructura totalmente a la nube. Mirando hacia atrás, esto fue vital para crecer.
E: ¿Qué desafíos enfrentás actualmente?
MB: Nuestro mayor desafío actual está en aceitar nuestra maquinaria de marketing y eficientizar nuestros esfuerzos de ventas.
E: ¿Cómo construyeron el equipo de trabajo?
MB: Nosotros tenemos dos grandes roles en la organización: los científicos de datos y los analistas de negocios.
El primer grupo aporta el conocimiento técnico que nos garantiza desarrollar las soluciones que atienden las problemáticas de nuestros clientes, mientras el segundo perfil cuenta con el expertise en negocios y análisis de procesos que nos permite traducir estas problemáticas en soluciones determinadas, entendiendo los procesos de punta a punta para maximizar el impacto que nuestros desarrollos pueden tener en la organización.
En nuestro plan de carrera, buscamos que un miembro del equipo, independientemente pertenezca a uno u otro grupo, puedan obtener las habilidades del otro rol para convertirse en un analista “full-stack”, reuniendo así las características técnicas y blandas necesarias para desempeñarse con un alto rendimiento en cualquier escenario.
E: ¿Cuántas personas integran el equipo hoy?
MB: Nuestro equipo está compuesto por 12 personas en los roles de científicos de datos, analistas de negocios y consultores expertos.
E: ¿Cómo impactó la pandemia en el negocio?
MB: Por suerte, ¡no mucho! Dada la naturaleza digital de lo que hacemos, pudimos acompañar a nuestros clientes en los momentos en los que la presencialidad no estuvo garantizada. Seguimos prácticas ágiles que nos permitieron llevar adelante desarrollos remotos y hacer entregas continuas sin interrupción.
E: ¿En cuántos países están presentes? ¿planean expandir el negocio afuera a futuro?
MB: Por ahora solo tenemos operaciones en Argentina y Colombia. Buscamos expandirnos a otros países del mercado latinoamericano, con vistas a Chile y México.
Cómo usar los datos para tomar mejores decisiones de negocio - Endeavor
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