Por Alejandro Larosa | Co fundador y CEO de fyo – Board Member de Endeavor Rosario
Identificarse con un emprendedor ya es un buen indicio. En la últiuma Experiencia Endeavor Rosario, me detuve mirando cómo los jóvenes y adultos se acercaban a los oradores para hacerles consultas, o simplemente para darle la mano, abrazarlos y agradecerles.
Escuchar y contar una historia emprendedora puede contribuir a cambiarte la vida; sí, claro que puede. Estar en red es una enorme oportunidad y no debemos subestimar el poder de las conexiones. Y cuando digo “red” me refiero a estar conectados no solo entre nosotros, sino también con nuestros cerebros e ideas. Es un espacio de creación, descubrimiento e inspiración donde los miedos se transforman en desafíos. Pero para que eso suceda, hay que estar predispuesto y abierto a dar y recibir: nadie te va a obligar; tenés que querer ser parte.
Este formato –estar en red, compartir nuestras ideas y contactos– es parte de una nueva generación de emprendedorismo que, desde Endeavor, venimos impulsando desde hace casi 20 años. Un modelo donde los emprendedores se unen para ayudarse de manera desinteresada, un modelo donde se busca la sustentabilidad e impactar positivamente en la comunidad; donde los equipos de trabajo son horizontales y el liderazgo no es sinónimo de individualidad; un modelo que le da la posibilidad de emprender a los que viven en un pequeño pueblo o en una gran ciudad.
Yo soy parte de esta nueva generación, porque estoy convencido de que es la mejor manera de hacer las cosas. Y como emprendedor tengo las ganas –y la responsabilidad– de contagiar este espíritu con los demás. El jueves pasado en la Experiencia Endeavor Rosario noté que varios tenían las mismas intenciones y eso me hizo pensar que no estamos solos en este proceso, sino que estamos juntos queriendo ser cada vez más.