Un día, Gastón Gorali leyó un cuento de Fontanarrosa, y siete años después se estrenó Metegol.
Gastón Gorali es productor ejecutivo de Mundoloco CGI, el estudio de animación 3D que creó para contar historias. Y cuando leyó “Memorias de un wing derecho”, el cuento que inspiraría a Metegol, se dio cuenta de que estaba ante una gran historia.
“Cuando leí el cuento, me pareció que el protagonista era un personaje increíble –nos cuenta en su estudio, en el Bajo Belgrano–. Captura la esencia de los argentinos: no importa si mido 20 centímetros, me creo de dos metros”.
Luego, se juntó con Fontanarrosa para comprarle los derechos. “Tuve la suerte de conocerlo. Fue increíble, yo soy un gran admirador de su obra. Cuando más adelante conocí a Campanella, tuve la misma sensación. Son personas muy admiradas, pero muy humildes. Tienen la seguridad de quien sabe quién es y no necesita demostrarlo”.
Con Campanella embarcado en el proyecto como guionista y director, comenzaron la tarea de formar el equipo: “Tuvimos gente de 20 países distintos, se escuchaba hablar en un montón de idiomas. Fueron tres años de producción, y fue como un campamento. Pero a diferencia de un rodaje tradicional, acá había aire acondicionado e internet, pero la sensación era que estábamos en exteriores”.
En esa instancia, Gastón cuenta que surgieron muchas iniciativas del equipo: “En esta industria, lo más importante son las ideas, y después su ejecución. Estamos acostumbrados en esta parte del mundo a no reconocer las ideas, pero en otros países se pagan mucho. Nosotros tratamos de valorar mucho esa parte del proyecto, porque es la más rica”.
Con el estreno de Metegol llegó el éxito masivo, y Gastón pudo cumplir su objetivo, “no arruinarle la carrera a Campanella”. Luego de una pausa, en la que pensaron y seleccionaron proyectos, hoy se encuentran desarrollando cuatro. Dos junto a Cris Morena: Floricienta, en animación; y un largometraje, que hoy lo llaman Escape a la India. También preparan la versión para televisión de Metegol, y otra serie, Baby Rockers.
Por último, Gastón le deja un mensaje a aquellos jóvenes que desean emprender en esta industria: “Este es el mejor momento, porque la tecnología y la visibilidad son cada vez más democráticas. Las barreras son cada vez más bajas, y el límite es el que uno se pone. Como decía Rocky, no es qué tan fuerte podés pegar, sino qué tan fuerte te pueden pegar e igual te levantás”.